Llevamos un año bastante revuelto dentro de la casa real británica. En enero supimos que Kate Middleton (42 años) tuvo que ser operada de urgencia, sometiéndose a una cirugía abdominal que tuvo a todo el país en alerta. A esto se sumó el hecho de que el rey Carlos III (75 años) también fue operado ese mismo mes en el mismo hospital que la mujer del príncipe Guillermo (41 años). Poco después nos enteramos de que tanto el rey como Kate estaban atravesando por diferentes cánceres, enfermedades de las que actualmente están en tratamiento. Aunque han sido varias las ocasiones que hemos podido ver al monarca en público tras el anuncio de su enfermedad, demostrando tener una actitud bastante jovial, lo que dice mucho de su posible recuperación, no ha sido igual respecto a Kate, a la que no vemos en público desde que ésta lanzó un emotivo vídeo en el que comunicaba su enfermedad y pedía respeto y privacidad para curarse tranquila. De momento, seguimos sin saber detalles sobre cómo avanza la princesa de Gales, pero este fin de semana su marido se dejó ver junto a su hijo, el príncipe George, en público.
Guillermo y el príncipe George aparecen en público
Padre e hijo acudían este fin semana a la gran final de la Copa inglesa, un evento en el que pudimos ver a un George bastante contento y animado, siendo toda una agradable sorpresa su presencia en este acto, en el que no se esperaba que estuviese presente. Ambos pudieron presenciar un enfrentamiento en el campo de fútbol entre el Manchester City y el United, acto que tuvo lugar en el estadio Wembley de Londres, recinto que estaba al completo de su capacidad, teniendo espacio para acoger a 90.000 personas. A pesar de esto, los principales protagonistas de la jornada fueron los príncipes, que incluso bajaron al césped a saludar a los jugadores y entrenadores, siendo bastante comentado el encuentro entre el heredero al trono y Pep Guardiola, que triunfa como entrenador de su equipo.
Desde el palco de honor, ninguno se perdió detalle de este partido, estando muy atentos a todo lo que sucedía en el terreno de juego, estando acompañados por el dueño del Manchester United y Sir Jim Ratcliffe, empresario y accionista de la entidad. Finalmente, los ‘diablos rojos’ consiguieron alzarse con la victoria por dos goles a uno. Al acabar, el príncipe Guillermo se encargó de otorgar la medalla a Erik Ten Hag, colocándola en el cuello del entrenador holandés, momento en el que los vencedores recibieron una gran ovación de parte del público allí presente. Tras estos, el equipo de Pep también subió al palco para recibir la medalla de plata.
Padre e hijo, muy compenetrados
En este acto no sólo pudimos ver a padre e hijo muy animados, siendo una gran muestra (o eso esperamos) de que todo podría marchar bastante bien en casa, también les pudimos ver totalmente compenetrados. Ambos lucieron unos trajes de chaqueta en color azul oscuro, un look muy elegante para este tipo de actos. Los dos combinaron esta prenda con una camisa blanca y, como toque especial, también se decantaron por lucir una corbata muy parecida. La del príncipe George era un modelo azul oscuro, a juego con el traje, con una serie de rayas blancas a lo largo de la misma. Su padre, el príncipe Guillermo, optó por una bastante similar, siendo una corbata azul oscuro con rayas blancas y rojas. Esta no es la primera vez desde que se anunció la enfermedad de Kate que podemos ver en público a padre e hijo, que ya acudieron hace poco más de un mes a otro partido de futbol juntos, aunque ese evento tuvo lugar en el Aston Villa.
La otra gran pasión del príncipe George
Aunque parece bastante evidente que al pequeño le gustan los deportes como el fútbol, pasión que comparte con su padre, esta no sería la única pasión que tiene el príncipe. Recientemente se llevó a cabo en el Palacio de Buckingham una fiesta en el jardín en la que pudimos ver al príncipe Guillermo, que declaró haber conocido “a gente maravillosa de todo el Reino Unido” tras el evento. Entre la gente que conoció se encuentra Chrissie Lacey, miembro de la Royal Air Force que trabaja en la base de Coningsby, en Lincolnshire, a la que Guillermo comunicó el gran amor que siente George por el mundo aéreo, tanto que le afirmó que seguro estaría encantado de poder visitar las instalaciones en las que trabaja la mujer, ya que el joven es “un piloto en potencia y en ciernes”. De hecho, en 2016 fue Kate Middleton la que confirmó esta pasión de su hijo, afirmando que está "obsesionado con los aviones" y que incluso ha llegado a soñar con ser "oficial del aire".