Aunque se esperaba su presencia en la misa de Acción de Gracias por Su Alteza Real Felipe de Edimburgo debido al carácter sentimental del acto, lo que ha llamado especialmente la atención es el protagonismo que le ha concedido la reina Isabel II a su hijo Andrés después de quitarle todos los honores militares y el título de Alteza Real tras el escándalo por ser acusado por abuso sexual.
Esta polémica por el Caso Epstein daba la vuelta al mundo y aunque afectaba de manera directa a la Casa Real británica parece que no ha dañado las relaciones familiares del padre de Eugenia y Beatriz de York.
El duque de York viajaba junto a su madre en el coche que les trasladó de Windsor a Londres y, además, se ha convertido en su apoyo a la entrada en la Abadía de Westminster hasta que ambos han ocupado sus respectivos lugares en el templo. Isabel II entraba por la puerta oeste debido a sus problemas de movilidad y se situaba en la parte izquierda junto a su hijo Carlos, Camilla y su hija Ana; y Andrés en la primera fila de la bancada derecha al lado de su hermano Eduardo.
Todos los asistentes al funeral en honor al duque de Edimburgo
Es la primera vez que el príncipe Andrés reaparece públicamente desde que el pasado mes de febrero firmara un acuerdo extrajudicial por valor de 14 millones de euros (que pagará con ayuda de su madre) para no llegar a juicio por los supuestos abusos sexuales que le vinculaban con al polémico Caso Epstein.
Siempre se ha dicho que Andrés es su hijo favorito y ni siquiera una acusación tan dura como esa ha eliminado el vínculo entre ellos. La Reina siempre estará al lado de su hijo y eso es algo que ha vuelto a dejar muy claro en este acto. Eso sí, parece que de cara a todas las grandes citas que se esperan este 2022 con motivo del Jubileo de Platino de Isabel II su presencia está descartada para así evitar comentarios incómodos.