Con la resaca de la emotiva entrega de Reales Despachos el pasado miércoles en la Academia General Militar de Zaragoza, don Felipe (56 años) y la princesa Leonor (18 años) han retomado sus compromisos institucionales y lo han hecho juntos.
El Rey ha presidido este viernes la entrega de Reales Despachos de la nueva promoción que ha terminado su formación en la Academia General Básica de Suboficiales de Talarn (Lleida) y Leonor, como dama alférez, no ha querido faltar a la cita. Un debut muy especial ya que, además, aprovecharán la presencia de padre e hija para conmemorar el 50º aniversario de la creación de la Escala Básica de Suboficiales, y de la propia Academia General Básica de Suboficiales.
Alrededor de las 11.00 horas, Felipe y Leonor llegaban al patio de armas de la academia, perfectamente engalanado para la ocasión. Después de saludar a las autoridades presentes, padre e hija ocuparon su lugar en la tribuna oficial para dar comienzo al acto con el tradicional sonido del himno del España.
Tal y como marca el protocolo al estar en plena formación castrense, la princesa de Asturias ha rescatado el uniforme de gala del Ejército de Tierra, el mismo que lucía su padre. Además, ha incluido el Toisón de Oro sobre el corbatín y ya ha estrenado la estrella de siete puntas que indica su cargo de alférez y la banda de la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
El rey Felipe, muy pendiente de su hija Leonor en todo momento
Que el rey Felipe siente predilección por sus hijas no es ningún secreto. Cada vez que tiene la oportunidad expresa con orgullo el enorme compromiso de Leonor y Sofía con la Corona, a pesar de su corta edad. Lo vimos durante los actos con motivo del décimo aniversario de la Proclamación o, más recientemente, cuando no dudó en saltarse el protocolo para abrazar a su hija tras entregarle el título de alférez.
Hoy, don Felipe ha vuelto a mostrar su faceta más paternal. A lo largo de todo el acto no ha dejado de compartir confidencias con Leonor, quizás explicándole lo que estaba pasando a cada momento. Y en alguna ocasión ha corregido algún gesto para intentar que la joven estuviera lo más cómoda posible.
Tras la ceremonia de rigor, el Rey y la princesa de Asturias han tenido la oportunidad de charlar, ya en una vertiente más informal, con todos los allí presentes. Un momento alejado del protocolo real y en el que ha trascendido la naturalidad con la que Leonor ya afronta estos actos de carácter castrense. Un papel como heredera al trono cada vez más determinante.
La princesa Leonor afronta su semana más intensa
No hay vacaciones para Leonor, al menos de momento. Tras cerrar su etapa en la Academia General Militar de Zaragoza, la princesa de Asturias ha dado paso a una agitada agenda institucional.
La Casa Real es consciente del papel clave de Leonor de cara al presente y futuro de la monarquía, por eso, su presencia empieza a ser ya algo habitual en la agenda de la familia real. Esta semana volverá a ser la gran protagonista con motivo de la celebración de los Premios Princesa de Girona.
Tal y como ha anunciado la Casa Real, la ceremonia de entrega de galardones tendrá lugar el próximo miércoles 10 de julio en el Palacio de Congresos Costa Brava de Lloret de Mar (Girona), pero un día antes Leonor y Sofía iniciarán su tradicional periplo por tierras catalanas.
Leonor y Sofía serán las primeras en aparecer y lo harán en la tarde del martes 9 de julio con motivo de su visita al taller del escultor Jaume Plensa, en Sant Feliu de Llobregat (Barcelona). Más tarde, se unirán a ella los reyes Felipe y Letizia. Juntos participarán en un encuentro informal con los premiados de años anteriores para conmemorar el 15 aniversario de la fundación.
Leonor pondrá fin a su intensa semana de trabajo el viernes 12 de julio. La princesa de Asturias hará frente a su primer viaje oficial al extranjero. Una visita a Lisboa que dará mucho que hablar y que confirma que la joven está más que preparada para el puesto.