En Bélgica han salado las alarmas con la hospitalización de su rey emérito, Alberto, padre del actual soberano, Felipe de Bélgica. Al parecer ha sido ingresado con signos de deshidratación y está siendo estudiado por los médicos en estos días para comprobar que todo está bien, por eso lo están sometiendo a diferentes pruebas. Desde palacio han querido confirmar que el ex monarca está "consciente" y las noticias son "tranquilizadoras".
Por el momento, Alberto de Bélgica permanece hospitalizado y atendido por los profesionales sanitarios "por precaución", no se ha hablado de cuándo recibirá el alta médica pero esperan que todavía pase en observación "varios días" para asegurarse de todo marcha según lo previsto.
Felipe de Bélgica suspende su agenda para visitar su padre
Uno de los primeros en acudir para ver cómo se encontraba su padre ha sido el soberano, Felipe de Bélgica. El rey tenía un acto en la Universidad de Gante pero ha decidido cancelar este compromiso para poder ir en persona a ver el rey emérito, Alberto de Bélgica. También ha estado presente en todo momento, la reina emérita Paola, esposa del enfermo que se trasladó con él desde el castillo de Belvédère -su residencia oficial, en Laeken- hasta el hospital.
Acudieron al centro médico tanto el soberano, Felipe y su esposa Matilde como el príncipe Laurent y la princesa Claire. La princesa Astrid no ha podido estar presente en estos momentos tan delicados de su padre porque se encuentra fuera del país. Su nieta Elisabeth de Bélgica, primer en la línea de sucesión al trono, tampoco ha podido acercarse a ver a su abuelo, porque está actualmente en Londres, estudiando la carrera.
La última aparición del rey emérito fue el pasado 3 de junio cuando acompañó a su esposa en la entrega de un diploma en la Queen Elisabeth Music Chapel, fundada en 1939 por la abuela de Alberto II. Esta institución ha ido creciendo conforme han pasado los años y eso ha emocionado mucho a la reina emérita que su empeño siempre ha sido impulsar a los jóvenes talentos.
"Mi mayor deseo es que el nivel de excelencia de la Capilla de la Música ayude a los jóvenes talentos a dar lo mejor de sí mismos y a crear una élite musical internacional, más allá de fronteras y culturas", afirmaba la reina Paola.
Alberto III y su esposa Paola no están atravesando sus mejores años
El matrimonio real no ha atravesado por una buena racha de salud, ambos reyes han vivido una época compleja llena de achaques, operaciones, etc. Sin duda su avanzada edad hace que cualquier tipo de inconveniencia suponga un riesgo para su salud.
Hace años, el soberano tuvo que operarse corazón y también ha tenido que pasar por varias cirugías cutáneas, la última fue en 2015. En el último acto se pudo ver cómo el soberano se cubría con una gorra para que el sol no le diera directamente.
Su esposa, la reina emérita Paola, de 85 años, en 2022 sufrió un incidente con la rotura del húmero, este problema mantuvo en vilo a abuela de la princesa Elisabeth, durante ocho semanas, hasta que finalmente se curó. En 2018 sufrió un derrame cerebral y en 2017 tuvo que ser intervenida tras una fractura de cadera y una vertebra. Achaques que no impiden que la pareja pueda hacer una vida normal y acudir a algunos de los compromisos oficiales, relacionados con la institución.
Uno de los hechos más relevantes y mediáticos que sucedieron en la historia del rey Alberto III fue que reconoció a una hija biológica, no fue hasta 2020 cuando el emérito comunicó al mundo que Delphine Boël era su hija legítima. En el documental que se emitió sobre la reina emérita, Paola, côté jardin, ella misma reconoció la infidelidad por parte de su marido y aseguró que su matrimonio no había sido fácil y que hubo un tiempo en el que el se planteó el divorcio.