El príncipe Guillermo (41 años) y Kate Middleton cruzaron sus miradas por primera vez en la Universidad de St Andrews de Escocia, donde los dos estudiaron Historia del Arte (aunque el heredero al trono de Reino Unido) también cursó Geografía). Además, después de que el hermano de Harry se tomara un año sabático, un tiempo en el que acudió al ejército británico en Belice y participó como voluntario con niños en Chile, la pareja volvió a coincidir casualmente en el mismo programa de voluntariado.
Y aunque al principio de su relación Guillermo solo vio a Kate como una amiga, poco a poco la llama del amor fue surgiendo entre ellos (gracias también a Emilia Jardine Paterson, quien propició este estrecho vínculo). Y aunque ahora la pareja tiene otras cosas más importantes en qué pensar (como el propio cáncer de Middleton o el que sufre Carlos III), lo cierto es que los seguidores de la Corona tienen muy en cuenta los primeros días de abril. Y es que esta semana se cumplen 20 años de la fecha en la que todo el mundo conoció la historia de amor de los herederos al trono gracias a unas fotografías en la que ambos salen sonriendo y acurrucados uno contra el otro mientras suben en un telesilla por las pistas de la estación de esquí suiza de Klosters.
Publicadas por 'The Sun', las instantáneas (que fueron hechas por Jason Fraser, paparazzi que vivía a escasos pasos del Palacio de Kensington) dieron la vuelta al mundo. Y no era para menos. El futuro Rey de Reino Unido se había enamorado de una plebeya y había mantenido una relación con ella en secreto durante dos años. "Por fin... Guillermo tiene novia: así de unidos están el príncipe y Kate en Klosters", escribieron en el citado medio. Unas primeras fotos exclusivas de los jóvenes amantes en sus íntimas vacaciones de esquí cuando nadie sabía que estaban juntos y tampoco se había hecho público que eran pareja. Viendo hoy con perspectiva cómo ha sido la historia de la familia real británica, tampoco había mucha prisa porque el duque de Cambridge encontrara a alguien especial
Año tras año, la pareja continuó yendo a las pistas después de sus primeras vacaciones oficiales. De hecho, la pareja estuvo acompañada por el príncipe Harry y su padre, el rey Carlos III. Y aunque todo parecía que ella era la correcta, Guillermo no estaba seguro, motivo por el que se separaron en 2004. Una ruptura que no fue la única y más duradera, ya que tres años después Kate y el heredero sufrieron una de sus peores crisis después de un viaje a la montaña. Según explican 'Watson.de', tuvieron una larga conversación en la que quedaron claras sus diferentes visiones sobre su futuro. Pero lo peor de todo fue que el primogénito del actual monarca dejó a su novia de manera poco encantadora: ¡por teléfono! Finalmente se dieron cuenta de que no podían vivir el uno sin el otro, aunque lo cierto es que ella siempre lo esperó. De hecho, a Kate incluso algunos la apodaron como la "princesa paciente" porque había estado esperando a su príncipe durante muchos años.
Primera fotos de Kate y Guillermo.
A raíz de las primeras fotografías, todos los habitantes de Reino Unido, fieles seguidores de su familia real, comenzaron a soñar con que el hijo de Carlos III había encontrado a la princesa que todos querían. Y fue así, aunque él confesó en varios momentos que no quería poner el broche de oro a su relación demasiado rápido. "No quiero casarme hasta los 28 o 30 años", dijo el príncipe. Siete años más tarde la pareja hizo realidad el sueño de todos los seguidores de la Corona dándose el 'sí, quiero en la Abadía de Westminster, celebrada también un mes de abril, concretamente el 29.
La prensa británica explica entre sus páginas que en esas imágenes se evidencia la misma cercanía y cariño que aún muestra la pareja dos décadas después. Y es que según 'The Daily Mail', Guillermo "estaba esperando para elegir y eligió sabiamente". Kate y el heredero al trono de Reino Unido podrían haberse parecido a cualquier otra joven pareja enamorada de aquel entonces, pero lo cierto es que se puede ver una actitud protectora en el joven príncipe, una cualidad que su mujer está aprovechando en estos momentos más que nunca. "Quizás sea instintivo, una respuesta natural al saber que cualquier mujer por la que mostrara interés se encontraría en el centro de atención", revelan en el citado medio." O tal vez sea un rasgo que se desarrolló originalmente al desear proteger a su difunta madre, Diana. Sea como fuere, la suave inclinación de la cabeza de Guillermo en esas primeras fotografías delata una bondad en la que ella confiará como nunca antes mientras enfrenta su batalla contra el cáncer", añaden.