Polémica para Máxima y Guillermo de Holanda: el lujo del Palacio de Huis ten Bosch, pagado por el Estado

La renovación de su residencia oficial, que alcanzó los 63 millones de euros -su presupuesto inicial fue de 35-, se realizó con dinero público a pesar de contar con una asignación anual dedicada a este tipo de gastos

Actualizado a 22 de mayo de 2020, 14:51

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Guillermo y Máxima de los Países Bajos se han visto envueltos en una polémica que bien podría echar por tierra el reconocimiento recibido en todo momento por los ciudadanos holandeses. Tal y como informan los periódicos del país, la reciente -y carísima- renovación del Palacio Huis ten Bosch, actual residencia de los soberanos y su familia, fue pagada con dinero perteneciente al Estado.

Este dato, oculto hasta la fecha, resulta más que sorprendente si se tiene en cuenta que los reyes de Holanda tienen una asignación dedicada a este tipo de gastos, concretamente una partida anual de 5 millones que la Casa Real recibe de los presupuestos generales. Sin embargo, en este caso ese presupuesto no ha sido utilizado para la remodelación de Palacio, que alcanzó los 63 millones de euros a pesar de haberse indicado una estimación inicial de 35 millones de euros.

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Tras haberse conocido a través de varias fotografías la dimensión y la despampanante decoración de los despachos de Guillermo y Máxima, resulta más que obvio que parte de esta suculenta cantidad ha sido destinada a ellos. Una dato que, por el momento, el Ministerio del Interior de Países Bajos no ha querido desvelar "para proteger la privacidad del rey, y porque no se hizo una división por alas, una privada y otra pública".

Lo que sí se ha confirmado es la elección de la Familia Real a la hora de decorar los diferentes espacios de su residencia oficial eligiendo elementos como la tapicería o la iluminación. Durante la presentación a la prensa del Palacio el año pasado, fue el propio monarca el que revelaba que sus tres hijas habían podido elegir el color de sus dormitorios.

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El Palacio Huis ten Bosch fue construido en el siglo XVII para Federico Enrique de Orange-Nassau, y convertido en la residencia oficial de la anterior reina Beatriz. Al llegar al trono en 2013, se consideró que el soberano Guillermo y su familia necesitarían una remodelación de los diferentes espacios, así que permanecieron temporalmente en Villa Eikenhorst, la casa que ocuparon como príncipes herederos y en la que criaron a sus tres hijas, las princesas Amalia, Alexia y Ariane.

No fue hasta el año pasado cuando la Familia Real de los Países Bajos se trasladó definitivamente a Huis ten Bosch, desde donde estas últimas semanas les hemos visto trabajar por videoconferencias, y escenario de los recientes cumpleaños de Guillermo y Máxima.

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