Pilar Eyre (73 años), colaboradora habitual de Lecturas, ha contado en nuestra revista cuál es el verdadero estado de salud de Carlos III. La periodista, que está siempre pendiente de la última hora de todos los temas de la monarquía mundial (aunque especialmente de Letizia, Felipe, Leonor y Sofía), ha explicado en las páginas que ya puedes encontrar en los mejores quioscos cómo se encuentra el padre de Guillermo y Harry pero además ha dado algunos detalles más en 'TardeAR'.
Al parecer y según ha podido saber Eyre de primera mano, el cáncer que padece el monarca desde el pasado febrero de 2024 no va tan bien como desde la corona británica nos quieren hacer saber. "No sé cómo contar estas cosas de una manera delicada si te digo la verdad. Las informaciones que tengo, los detalles que he recabado...", ha comenzado diciendo la periodista en el programa de las tardes de Telecinco a Ana Rosa Quintana.
"La realidad es que me indican que el estado de Carlos es bastante grave. No avanzan", ha asegurado Pilar. "En el caso de los comunicados que dan cuando hablan del cáncer de su nuera, Kate, dicen que está en remisión y sin embargo con el suyo dicen que siguen con los protocolos y que en este 2025 seguirá con los tratamientos", ha añadido Eyre sobre la salud del monarca británico.
A Pilar le cuentan que este estado de Carlos "lo sabe todo el mundo", incluida la prensa británica, que habría llegado a un acuerdo de no publicar nada sobre él. "No se dice. Él es el primero que quiere continuar con su agenda, incluso contraviniendo la opinión de los médicos. Concretamente el acto del pasado lunes le aconsejaron que no fuera porque era un día muy largo. Fue primero al centro judío en otro lugar, después se desplazó hasta Auschwitz. Todo en el mismo día", ha revelado la comunicadora.
Nuestra colaboradora habitual de la revista Lecturas ha contado también a la audiencia del formato que deja Ana Rosa para volver a las mañanas que además todo el mundo comenta que la forma de andar de Carlos es "realmente renqueante". "Camina mal, tiene los ojos enrojecidos, va maquillado en las fotos. Todo lo que le rodea habla de que su estado es verdaderamente grave. De todas formas no lo vamos a saber hasta el final", ha comentado.
Además, Pilar tiene muy claro que a pesar de su grave enfermedad el padre de Guillermo y Harry va a estar trabajando hasta el último momento, tal y como hizo la reina Isabel. "Recordad que su madre estuvo al pie del cañón hasta el último día. Dos días antes de morir estuvo recibiendo a la primera ministra y esta contó que la monarca no podía sostener ni la taza de té y que se había empeñado en levantarse y fotografiarse con ella", ha explicado Eyre, dejando claro en la sangre de la monarquía británica llevan el ser fuertes hasta el final.
¿Qué es lo que le pasó a Isabel? "En ese momento se dijo que el parte médico de Isabel era que había muerto de vejez y tuvimos que esperar a que Boris Johnson publicara sus memorias para saber que los dos últimos años fueron devastadores, horribles", ha explicado Eyre.
"Tuvo un cáncer de médula ósea muy doloroso. Tenía la parte baja de la espalda y la pelvis que no podía ni sentarse ni acostarse ni hacer absolutamente nada. Estaba medio ciega. Perdía mucho peso cada día que pasaba, se moría a chorros delante de los ingleses. Y aun así salió al balcón de Buckingham con unos dolores espantosos para saludar a sus súbditos. Y lo mismo hizo su padre, que tuvo un cáncer de pulmón. Tardó 5 meses en morirse y tampoco explicó nada", ha asegurado la periodista sobre la estrategia de comunicación que suele tener la corona británica para hablar sobre la enfermedad de sus reyes.
Del padre de la reina Isabel también dijeron que había muerto apaciblemente mientras dormía pero la realidad es que los últimos meses fueron terribles, información que sabemos gracias a los historiadores. "El sentido del deber que tienen ellos para una persona normal, al menos para mí, es incomprensible", ha concluido Pilar sobre el comportamiento de los reyes del país vecino. Sin duda a pesar de los intentos por tener transparencia, parece que la situación es mucho más oscura de lo que nos cuenta la prensa británica. De hecho, las evidencias son bastante evidentes: hay que fingir que no pasa nada hasta el último momento.