A pesar de que el verano no ha sido fácil para Máxima debido al fallecimiento de la princesa Cristina, ella no pierde la sonrisa en sus actos oficiales y, de nuevo, se muestra llena de optimismo en representación de su país.
La última cita de su agenda oficial ha sido en Utrecht, concretamente en un acto por la conmemoración del 40º aniversario del teléfono de atención al menor en Holanda. Anteriormente, la monarca acudió a dos eventos más: la apertura de la primera planta de fertilizantes sostenibles del país, y la inauguración de los cursos National AI Junio, que pretenden acercar la inteligencia artificial a los más pequeños.
En las tres citas, Máxima hizo su aparición tan sonriente y espontánea como siempre, luciendo dos looks con los que vuelve a dar una clase de estilo.
En los dos primeros compromisos, la reina holandesa lució un favorecedor estilismo en tonos marrones con vestido de Natan Couture y salones de Gianvito Rossi.
En el acto de hoy en la ciudad de Utrecht, Máxima vuelve a sorprender con un estilismo en blanco y negro para celebrar el 40º aniversario del teléfono de atención al menor en Holanda. El modelo, firmado por Carolina Herrera con estampado de hojas degradado, está confeccionado en manga francesa y con corte por encima de las rodillas. Lo ha combinado con zapatos de charol con tacón y una gran pamela de rafia, el complemento fetiche de la reina de Holanda.
Pero el toque más llamativo de su último look han sido, sin duda, las perlas que ha lucido tanto a modo de pendientes como de collar. La mujer del rey Guillermo se ha visto muy favorecida con estas piezas de joyería que ha complementado con varias pulseras las que destaca un original brazalete con brillantes donde puede leerse su nombre.