La muerte del duque de Edimburgo ha sumido en la más profunda tristeza a la familia real británica. Mientras que sus miembros se centran en consolar a la reina Isabel II en estos momentos tan complicados para ella, el palacio de Buckingham ha comenzado a organizar cómo será la vida a partir de ahora sin el príncipe Felipe.
Entre las decisiones que en el palacio de Buckingham se han tenido que tomar estos días destacan las relativas a las pertenencias y al personal de palacio que trabajaba codo con codo con el duque de Edimburgo. Con respecto a las primeras, el Daily Mail ha publicado que se va a realizar un inventario de las posesiones personales que el príncipe Felipe tenía durante estas semanas posteriores a su funeral.
Una lista completa de propiedades, uniformes y ropa que se registrará en el castillo de Windsor. Eso sí, por el momento no se ha decidido dónde se almacenarán estas posesiones, ya que es probable que la reina Isabel II quiera mantener algunas cosas en el lugar que tenían hasta ahora. Otras de sus pertenencias, serán repartidas entre sus hijos y nietos, como es el caso de su carruaje y ponis, que seguramente terminen en manos de la hija de los condes de Wessex, Lady Louise Windsor.
Con respecto a su equipo, el duque contaba con una serie de trabajadores a su alrededor que lo sirvieron lealmente hasta su triste muerte el pasado 9 de abril. Prueba de ello es que el oficial de protección personal del duque, su secretaria privada, dos pajes y dos ayudantes de cámara caminaron en la procesión detrás de su coche fúnebre junto a sus hijos y nietos.
Aunque por el momento desde el palacio de Buckingham no se ha confirmado qué ocurrirá con ellos, según la mencionada publicación, muchos podrían terminar jubilándose tras años al servicio de la corona, mientras que otros serán reubicados en otros puestos dentro de la institución.