De los hijos de la infanta Cristina (59 años) e Iñaki Urdangarin (56 años), Pablo (23 años) es el que tiene más exposición mediática. La razón, que es jugador de balonmano y tiene una carrera prometedora. El joven ha seguido los pasos de su padre en este deporte, y no le va nada mal. El sobrino del rey Felipe VI no deja de cosechar éxitos de los que sus padres están de lo más orgullosos. Ahora, está pendiente de una noticia que podría llevarle a lo más alto de su carrera deportiva y que seguro que a sus padres les colmaría de alegría.
Pablo Urdangarin está pendiente de saber si le fichan como jugador de la Selección Española de Balonmano. Tal y como han contado en ‘Vanitatis’, el hijo de la infanta Cristina e Iñaki ha firmado un Mundial Universitario de diez. Desde el citado medio, han conversado con personas relacionadas con la Federación Española de Balonmano que han hablado a las mil maravillas del nieto de los reyes Juan Carlos y Sofía y que han asegurado que se ha convertido en uno de los mejores jugadores. De hecho, Pablo se ha llevado el título de Mejor jugador del Campeonato del Mundo Universitario que se ha disputado en Antequera. Algo a lo que ha ayudado que haya sido el máximo goleador del torneo.
Pablo Urdangarin, a punto de fichar por la selección española de balonmano
Desde el Instagram de la Real Federación Española de Balonmano han dedicado una publicación a uno de sus mejores jugadores. Han compartido varias fotos con las que se han mostrado muy orgullosos de Pablo y con las que han destacado los logros que ha hecho en este campeonato. Una publicación que ha obtenido más de 5.000 ‘likes’ y que cuenta con muchos comentarios de seguidores que dan la enhorabuena al jugador.
Si a esto sumamos que Pablo Urdangarin ha firmado muy buena temporada con su equipo, el Granollers, no es de extrañar que los responsables de la Selección Española no le quiten ojo y se estén planteando ficharlo para la absoluta. De entrar en el prestigioso equipo, Pablo seguiría más que nunca los pasos de su padre. Iñaki Urdangarin fue jugador del conjunto nacional. Cabe recordar que el que fuera marido de la infanta Cristina, formó parte del equipo durante años y llegó a disputar tres Juegos Olímpicos y otras competiciones a nivel internacional en las que se alzó con algunas medallas.
La alegría que uniría a Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina por su hijo Pablo
Sin embargo, Iñaki Urdangarin terminó dejando su gran pasión, en gran parte por amor. El hecho de casarse con una infanta de España y tener ciertas funciones dentro de la familia real, llevaron a que el que fuera duque de Palma se retirara de este deporte que ha sabido inculcarle bien al tercero de sus hijos. En más de una ocasión, Iñaki ha acudido a ver a Pablo en varios partidos. Momentos en los que se ha podido ver a padre e hijo compartiendo comentarios de los que seguro que el joven ha sacado mucho aprendizaje.
De ahí que el hecho de que su hijo siguiera sus pasos al llegar al equipo nacional absoluto, fuera una gran alegría para Iñaki Urdangarin. Y no solo para él. La infanta Cristina también tendría en esta noticia algo muy importante que celebrar. Tal y como ha demostrado en alguna ocasión, es la mayor fan de su hijo. Aunque no suele dejarse ver en eventos, cuando se trata de ir a un partido de Pablo no lo duda. Más de una vez ha disfrutado de los encuentros desde la grada, donde se ha mostrado tan nerviosa como entusiasmada con las jugadas protagonizadas por el joven.
![Infanta Cristina y Johanna Zott](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 1625"%3E%3C/svg%3E)
GTRES
La que también estaría muy feliz si esto sucede, es Johanna Zott. La novia de Pablo Urdangarin también es fiel seguidora de sus partidos. Más de una vez se ha dejado ver en la grada, donde ha mostrado mucha complicidad con su suegra la infanta Cristina. También la madre de Johanna se ha dejado ver alguna vez en los encuentros disputados por su yerno. Por tanto, el hecho de que Pablo jugara en la selección, podría suponer varios reencuentros familiares para apoyarle en un logro que no sería de extrañar que ocurriera próximamente.