Todavía con la resaca del gran día, Federico (55 años) y Mary de Dinamarca (51 años) han reaparecido este lunes para continuar con los actos previstos entorno a su reciente proclamación. Los nuevos reyes han visitado el Parlamento de Copenhague, un acto protocolario para dar la bienvenida al muevo Rey en el que han estado acompañados por el príncipe Christian (18 años).
Ni siquiera la fuerte lluvia que caía en Copenhague ha conseguido empañar este momento histórico en el que, por primera vez, la reina Margarita (86 años) ha esperado la llegada de los nuevos reyes. Acompañada por su hijo Joaquín y su hermana Benedicta.
Tal y como adelantó la Casa Real danesa, doña Margarita seguirá defendiendo el título de Reina, de ahí que cuando se ha encontrado con su hijo y su nuera no ha recurrido a ninguna reverencia. De hecho, ha llamado la atención que se han saludado de igual a igual con un cariñoso beso, detalle que deja entrever que el reinado de Federico y Mary se alejará del estricto protocolo que, por tradición, marca la Corona.
Después de 52 años en el trono, doña Margarita ha dado un significativo paso atrás en favor de su primogénito. Una inesperada abdicación que, según ella, ha estado motivada por sus problemas de salud, pero que a su vez podría ser una forma de silenciar para siempre los escándalos en los que se ha visto envuelto Federico en los últimos meses.
Mientras que Mary Donaldson se decantaba por el icónico 'royal blue' en un conjunto de chaqueta peplum y falda midi de vuelo, doña Margarita optaba por un dos piezas rosa. Sin embargo, ha sido el impresionante abrigo de piel a juego con un sombrero, lo que ha acaparado todo el protagonismo de su look.
Tal y como manda el protocolo, los monarcas han sido los primeros en acceder al interior, tras ellos lo hacía el resto de la familia. Después, la reina saliente se ha colocado detrás de su hijo en la grada. El breve acto ha dado comienzo con varios hurras en honor a Federico y ha concluido con una actuación musical en su honor.
El cariñoso saludo de Federico y Joaquín de Dinamarca
El príncipe Joaquín, único hermano de Federico, no se ha perdido esta cita tan significativa. A pesar de la sonada ausencia de su mujer, quien ha preferido quedarse en Washington al cuidado de sus dos hijos, el segundo hijo de doña Margarita si viajaba a Dinamarca para ser testigo de la Proclamación de su hermano.
Su afectuoso saludo a las puertas del Parlamento y sus sonrisas no han pasado desapercibidas para nadie. Así, los hermanos zanjan los rumores de mala relación y le muestra su apoyo incondicional a ojos del mundo.
Tras esta cita en el Parlamento, todos se han trasladado al Ayuntamiento de Copenhague donde tendrá lugar una recepción. Será el próximo domingo, 21 de enero, cuando Federico y Mary pongan punto y final a los actos de la proclamación en una misa en la Catedral de Aarhus.