La Casa Real noruega está viviendo unos momentos bastante complicados tras la detención hace unos días de Marius Borg Høiby (27 años), hijo mayor de la princesa Mette-Marit (50 años) que fue acusado de haber agredido física y verbalmente a una joven de unos 20 años de edad. Se desconoce quién es esta joven pero se ha informado de que la supuesta víctima acudió al hospital con una conmoción cerebral, todo mientras el príncipe Haakon viajaba hasta los Juegos Olímpicos de París sin su mujer a su lado, ya que esta se quedó junto a su hijo en estos complicados momentos mientras la prensa la criticaba. En cualquier caso, ayer mismo nos enterábamos de que la abogada de la joven pedía discreción y aseguraba no haber pedido una orden de alejamiento de Marius, para el que cada vez se complican más las cosas tras el último hallazgo de la policía en el lugar del asalto.
Las cosas se complican para Marius Borg
Aunque tras 30 horas en prisión el joven salió en libertad con cargos, la investigación sobre lo ocurrido sigue avanzando y puede que esta no sea muy favorable para el hijo de la princesa. Mientras la prensa del país afirma que “la monarquía está en peligro”, la policía de Oslo sigue investigando esta supuesta agresión por parte del joven a esa chica desconocida. "El piso estaba completamente destruido cuando la policía llegó al lugar el domingo por la mañana. Marius fue detenido inmediatamente. Se negó a dar explicaciones a la policía siguiendo el consejo de su abogado defensor", informa el medio 'SE og HØR' noruego.
Ese mismo medio acaba de dar un nuevo dato que podría complicar el futuro de Marius bastante, ya que al parecer estos han encontrado un cuchillo clavado en una de las paredes de la casa de la víctima, lugar donde habría ocurrido este terrible incidente. De momento, según informa ‘Semana’, falta que se comprueben las pruebas dactilares para confirmar que este arma fue empuñada por Marius, que lo habría clavado en la pared durante la pelea, algo que no le dejaría precisamente en muy buen lugar.
"El cuchillo incautado, que fue clavado en la pared en el apartamento de la víctima, podría convertirse en una prueba decisiva en el caso contra Marius Borg. Y si las huellas dactilares del hijo de Mette-Marit coinciden con las huellas dactilares del cuchillo, esto podría dar lugar a que se amplíen los cargos por lesiones corporales que actualmente pesan sobre él. Si al final la acusación añade las amenazas y, además, con un cuchillo, el grado de gravedad aumenta significativamente y podría suponer una pena de cárcel", aclara el 'SE og HØR.
La grabación que implicaría a Marius Borg
Por si el cuchillo clavado en la pared no fuese suficiente, el medio citado también afirma que la policía cuenta con una grabación en la que se escucha al hijo de la princesa amenazar a la denunciante con prender fuego a su ropa y demás objetos personales si no hace todo lo que él dice. Este medio comenta que el audio corresponde a una llamada de teléfono que realizó el propio Borg entre la supuesta agresión y su detención.
Los últimos movimientos de la víctima
Ayer mismo supimos que la abogada de la joven había hablado con el semanario ‘VG’ al que afirmó que la chica no habría solicitado una orden de alejamiento y que no ha tenido que ser ingresada en el hospital debido a las lesiones: “Por el bien de la investigación, no puede dar más información sobre lesiones físicas aparte de que se encuentra de baja por enfermedad”, comentaba.
Además, la letrada informó que ella misma se encuentra en plena fase de negociación con los abogados que se encargan de la defensa del hijo de Mette-Marit, que no parece ganar para disgustos con su hijo, que ya estuvo detenido anteriormente por un delito relacionado con el tráfico de drogas, siendo una persona que está ofreciendo una imagen bastante mala de la casa real, aunque el propio Marius no forme parte de la Familia Real noruega.
La estrategia de Mette-Marit en este delicado momento
Aunque en un primer momento pudimos ver al heredero al trono, Haakon, llegar solo a París para disfrutar de los Juegos Olímpicos, a los pocos días se unió a él su mujer, con la que posó muy sonriente para subir una serie de fotografías en la cuenta oficial de Instagram de la Casa Real noruega. En mitad de este escándalo, que el propio príncipe definía como muy “grave” al estar implicada la policía, finalmente el matrimonio quiso lanzar un mensaje de normalidad posando juntos de manera distendida en una cita tan señalada como esa. Allí ambos pudieron ser testigos de como el atleta Karsten Warholm se hacía con la medalla de plata en la categoría de 400 metros vallas.