A los pocos días de anunciar su boda con Edoardo Mapelli a Beatriz de York se le aparecieron algunos fantasmas del pasado. Hace ahora un año que su hermana Eugenia de York contrajo matrimonio con Jack Brooksbank. Una de las polémicas que más sonó con respecto a este enlace fue el gasto de dinero público que se hizo para celebrar el enlace. Los contribuyentes gastaron más de dos millones de libras. Por eso, en cuanto la hija mayor de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés dio a conocer que se casa el año que viene, muchos recordaron este detalle y pidieron que en este caso no se utilizase dinero de las arcas públicas.
Ahora Beatriz de York va a sufrir las consecuencias de este conflicto y no podrá utilizar dinero público para celebrar su matrimonio. Desde Buckingham Palace han considerado que ya hay suficientes polémicas que rodean a la familia real británica como para sumar una más de forma innecesaria. Por eso han decidido que la boda se financiará de forma privada. De hecho a la hora de protestar muchos ciudadanos británicos destacaron que no solo Beatriz de York tiene una alta posición económica. Hicieron hincapié en que Edoardo, su futuro marido, es uno de los multimillonarios más influyentes de Italia.
De esta forma la nieta de Isabel II también está intentando paliar todo lo negativo que está rodeando a su enlace cuando aún no se conoce ni en qué fecha se va a celebrar. Que si es una cortina de humo para ocultar los escándalos de su padre, que si se casa con un hombre que es padre de un hijo de una relación anterior, que si su abuela no le deja celebrar la boda en Italia o que si no quiere invitar a Harry y Meghan a su boda. Esos son solo algunos de los temas que en tan solo dos semanas han visto la luz. Con el hecho de pagar su boda de su bolsillo Beatriz de York quiere que por una vez su boda se vea como algo feliz y no como algo polémico.