La nueva línea sucesoria de Japón pone en el foco al príncipe Akishino y a su hijo Hisahito

Aiko, la única hija de los nuevos emperadores, no se convierte en heredera tras la entronización de Naruhito

Actualizado a 22 de octubre de 2019, 14:51

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La ceremonia de entronización de Naruhito como emperador de Japón, que ha tenido lugar hoy martes 22 de octubre, ha sido un acto histórico marcado por la tradición y el ritual milenario. Pero fue el pasado mes de mayo cuando se inauguró la nueva era Reiwa, que significa "orden y armonía", después de la abdicación del emperador Akihito.

Fue entonces cuando Naruhito tomaba el testigo y aceptaba las insignias del poder imperial, un ritual que se completaba con la entronización del nuevo emperador. Con este broche de oro de pone fin a los festejos del país del Sol Naciente y culmina un ascenso al trono que, como suele ser habitual, pone también el foco sobre sus herederos.

Pero no es Aiko, la única hija de los nuevos emperadores, la que se convierte en heredera tras la entronización de Naruhito. El foco señala al príncipe Akishino y su hijo Hisahito, hermano y sobrino del mandatario (de 53 y 13 años). El motivo de esta nueva línea sucesoria tras el ascenso de Naruhito no es otro que una férrea Ley Sálica que impide gobernar a las mujeres japonesas.

De este modo, Akishino y Hisahito ocupan el primer y el segundo puesto en la línea sucesoria nipona, por lo que se convertirán en emperadores de Japón y se espera, en el caso del segundo, que asegure la sucesión teniendo a su vez descendencia masculina.

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A pesar de que en Japón ya se comienza a barajar la posibilidad de modificar la ley para permitir que las mujeres puedan gobernar como emperatrices, el respeto a la tradición que prima en este país asiático dificulta y retrasa este tipo de cambios. En el caso de la abdicación de Akihito, también se convirtió en un proceso lento, una propuesta legislativa que tardó diez meses en promulgarse, convirtiendo al anterior soberano en el primer emperador japonés que abdica en los últimos 200 años.

Esta modificación que se aprobó en 2017 se convirtió en la primera reforma legal por parte del Gobierno, sin embargo, el Ejecutivo no parece muy proclive a eliminar la Ley Sálica, por lo que Aiko no será heredera al trono. Por este motivo, tanto el príncipe Akishino como su hijo Hisahito se están preparando a conciencia para asumir, algún día, el Trono del Crisantemo. En el caso de sobrino de Naruhito, ahora que está en segundo puesto en la línea sucesoria, comenzará a dejarse ver más a menudo en diferentes actos y eventos públicos.

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