En Portugal y a los 88 años de edad, ha fallecido el líder de los ismaelitas, el sexto Aga Khan, Karim al Hussaini. Se trataba de una eminencia espiritual para los musulmanes pero, también, uno de los hombres más ricos del mundo. Gran amigo de Juan Carlos I, este no dudó en tender una mano a Cristina de Borbón cuando nadie lo hacía.
En 2014, en pleno proceso abierto por el caso Noos, con un Urdangarin en el banquillo de los acusados y una infanta declarando ante el juez, la imagen de esta familia estaba hecha añicos. Cristina e Iñaki, buscando lograr algo de privacidad, tomaron la decisión estratégica de establecer su vida en Ginebra. Suiza siempre había sido terreno neutral y, ahora, también lo sería para ellos.
Cristina encontró trabajo al lado del Aga Khan
Tras un breve periplo por Washington, la familia al completo recaló en Ginebra, donde Cristina empezó a trabajar en un proyecto nuevo, tras desligarse de la entidad bancaria a la que había dedicado toda su carrera profesional. La hija de Juan Carlos y Sofía empezó a trabajar en La Caixa en 1993, cuando solo era una veinteañera con las licenciaturas de Derecho y Relaciones Internacionales terminadas. Fue entonces cuando Luis Ramallo se fijó en ella. Este se acabaría convirtiendo en su mentor y la persona que no le soltó la mano en su andadura en la entidad bancaria.
Cuando esta entendió que la polémica de su marido salpicaba a todo lo que la circundaba, su familia, sus hijos, su día a día y también a su trabajo, tomó la decisión de desligarse del banco, donde se encargaba de las labores sociales y solidarias del mismo, para aceptar un cargo similar en la fundación del Aga Khan.
¿Dónde nace esta unión?
Desde entonces, solo ha trabajado para él, aunque, en el último año, la vimos participar en un acto de las Becas de la Fundación La Caixa. Donde, por cierto, coincidió con su hermano, con el que no se saludó en público. Aún no se había orquestado ese perdón entre hermanos, del que fuimos testigos meses después, en la boda de Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova, donde aparecieron juntos, felices y en el mismo coche.
Karim al Hussaini y Juan Carlos I siempre han estado muy unidos. Su pérdida, a buen seguro, habrá impactado de manera significativa en el emérito, quien empieza a acumular un doloroso historial de despedidas. El año pasado perdió a dos de sus sobrinos más queridos, hijos de su hermana Pilar, y este 2025 lo afronta sumando una nueva muerte.
Aga Khan, uno de los hombres más ricos del mundo
Los ismaelitas consideran al Aga Khan descendiente directo de Mahoma, por lo que es una figura muy respetada en la comunidad chiita. Su labor como filántropo y estudioso, siempre preocupado por esta minoría, le valió el respeto y la consideración de Su Alteza Real. Eso en lo que respecta a su lado espiritual, pero el terrenal resulta aún más llamativo.
El Aga Kahn VI muere dejando una fortuna que ronda los mil millones de euros y con cuatro hijos como descendientes. El imán amasó toda su riqueza gracias a un complejo entramado empresarial que abarca desde hostelería de lujo, energéticas y aeronáutica. Además, poseía la Aga Khan Development Network, que ha dado trabajo a 80.000 personas a lo largo de 30 países. Cristina de Borbón es uno de esos miles de trabajadoras y trabajadores que participan activamente en la fundación, en su caso, desde Suiza; y, ahora que pasa mucho más tiempo en España, desde Barcelona y Madrid.
Al Hussaini compartía con Juan Carlos su gusto por los deportes marítimos. El primero adquirió un club para atracar sus navíos, y poder disfrutar al máximo de su tiempo de ocio rodeado de salitre y yodo. En estas aventuras le solía acompañar su buen amigo, quien, además de practicar la vela, durante años, fue propietario de uno de los yates más impresionantes de las costas patrias, el Fortuna.
En él solidaridad y dinero se dieron la mano. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, le definió como "un símbolo de paz y compasión en nuestro turbulento mundo". Un auténtico bálsamo social que supo tender la mano a quiénes más lo necesitaban. Plebeyos, o de la misma realeza.