A veces, los gestos hablan más que las propias palabras. Y si no que se lo digan a Letizia. El pasado verano, en una de las cenas improvisadas que la familia real suele celebrar durante sus vacaciones en Palma de Mallorca, la esposa de Felipe VI demostró su gran preocupación por un miembro de su familia. Mientras sus hijas se centraban en su abuela, la reina Sofía, era Letizia quien no soltaba de la mano a Irene de Grecia. Fue un gesto que ya llamó la atención en su momento y que empezó a generar interés sobre las razones del mismo.
La reina Letizia se encontraba especialmente preocupada por el bienestar de la hermana de su suegra. Irene se había ausentado de alguna de esas celebraciones, algo que tampoco destacaba pues la imagen que siempre se busca es la de los reyes, sus hijas y la reina Sofía. Esto hizo que la monarca quisiera estar pendiente de la tía de Felipe VI. De la mano, guiaba a Irene de Grecia en todo momento mientras la familia salía del restaurante y se disponía a posar ante las cámaras para luego trasladarse al Palacio de Marivent. Muy atenta, Letizia se desvivía por la hermana de la reina Sofía. Un gesto de cariño y comprensión que ahora conocemos algo mejor. Justo pocas hora después de que la propia Letizia quisiese centrar su último discurso en la salud mental y en su cuidado.
Irene de Grecia padece 'el mal del olvido'
Tal y como publica la revista Lecturas, la hermana de la reina Sofía padece el mal del olvido, lo que ha provocado que se le desdibujen los recuerdos de todo aquello que vivió en su infancia y en su juventud. Pero, es más, los rostros de sus seres queridos; también se vuelven confusos y poco claros. Fiel escudera y guardiana de su hermana, Irene de Grecia no se ha separado de Sofía en los buenos momentos pero, sobre todo, en los malos. Ha estado a su lado durante los peores momentos de su relación con el rey Juan Carlos.
Desde hace años, las hermanas son inseparables. Viven juntas y acuden a casi todos los compromisos de la reina Sofía. Juntas las vivimos también en uno de los momentos más dolorosos, cuando tuvieron que viajar a Grecia para despedir a su hermano Constantino. Una reunión que nunca hubiesen querido protagonizar y donde Sofía volvió a refugiarse en su fiel hermana. Irene de Grecia dejaba todo para acompañar a la que era la reina de España. Y eso que, en un primer momento, el entonces príncipe Juan Carlo se fijó en ella antes que en Sofía.
Irene es la sombra de la reina Sofía. Desde que falleciese su madre, la reina Federica, se instaló junto a su hermana y no ha vuelto a moverse de ahí. Ahora, es Sofía quien cuida de ella. El 'mal del olvido' ha comenzado a dejar huella en los recuerdos de Irene de Grecia y toda la familia se encuentra preocupada y volcada en su bienestar.
La preocupación de la reina Letizia con Irene de Grecia
No es la primera vez que vemos a la reina Letizia centrarse en la hermana de su suegra. Aunque la relación entre la actual reina y la reina emérita no siempre ha sido sencilla. De hecho, en ocasiones, tal y como se ha relatado, ha sido especialmente compleja, de un tiempo a esta parte, Letizia evidencia en sus apariciones públicas la cercanía con Sofía y también con su hermana. Puede ser que esta situación que atraviesa Irene de Grecia haya hecho que la reina quiera estar pendiente de todo lo que ocurra.
Es habitual, en las últimas salidas en familia, que Letizia se posicione justo donde se encuentra Irene de Grecia. Lo que se entendía como un simple gesto de cordialidad ante las cámaras, ahora, tras la información publicada por la revista Lecturas, cobra otra relevancia. La reina siempre se ha preocupado por mostrar una faceta cariñosa y cercana con todos aquellos que sufren. Lo hace en sus causas habituales, donde lucha y alza la voz, y es lógico que también siga el mismo ejemplo en su propia familia. Sin duda, es un trance difícil, especialmente para la reina Sofía. Tras la pérdida de su hermano Constantino, ahora es su hermana, su fiel amiga, quien pasa por un trance complicado.
El dolor de la reina Sofía
No son buenos tiempos para la reina emérita. Muy unida siempre a su familia griega, la reina Sofía tenía que pasar el doloroso trago de despedir a su hermano Constantino. Sofía viajaba a Grecia y permanecía en su país de origen varios días después del funeral por el que fuese rey de los griegos. Allí acompañó a su viuda y a sus hijos, los que siempre han estado a su lado. Ahora, cuando todo parecía que volvía a ponerse en su sitio, es la situación de su hermana Irene la que vuelve a llenar de dolor a la reina emérita.
Sofía no se separa de su hermana. No lo ha hecho nunca. Juntas han viajado, han compartido confidencias, momentos buenos, épocas no tan amables, pero siempre han estado juntas. Siempre la ha cuidado y ahora extrema estos cuidados, tal como reza la información que maneja nuestra revista. Lo hace porque la quiere y porque es esencial para ella.