El pasado viernes en el Reino unido se vivió uno de esos días en los que se congregaron importantes personalidades de todas las esperas. De hecho, el príncipe Guillermo (41 años) fue uno de los grandes invitados a la boda de Hugh Grosvenor y Olivia Henson. El duque de Westminster además es uno de los siete padrinos del príncipe George (10 años), el cual no pudo asistir al enlace matrimonial por tratarse de un día entre semana y tener que acudir al colegio.
El hijo del rey Carlos III (75 años) asistió al evento en solitario, ya que su esposa continúa recuperándose del tratamiento contra el cáncer que padece. De hecho, Kate Middleton (42 años) también se ha perdido los ensayos del desfile del ‘Trooping the colour’ de este sábado, donde ha sorprendido a todos al enviarle una carta a toda la tropa en muestra de agradecimiento por su labor pero también de disculpa por no poder estar presente por su enfermedad.
El motivo por el que el príncipe George no asistió a la boda de su padrino
Hugh Grosvenor siempre ha sido una persona muy cercana a la Casa Real británica. Su amistad con los hijos de la princesa Diana de Gales es de sobra conocida. De hecho, en el Reino Unido indican que mantiene contacto con ambos y que incluso los llegó a invitar a la boda, aunque el príncipe Harry (39 años) no llegase a viajar desde Estados Unidos para este día tan importante para uno de sus grandes amigos.
Tal fue la amistad que incluso Guillermo y Kate le pidieron al duque de Westminster que fuera uno de los padrinos de su primer hijo, ya que el primogénito de los Príncipes de Gales tiene hasta siete padrinos en total. En cualquier caso, se trataba de un día importante para Hugh, por lo que se especulaba con la presencia de su ahijado. Además, hay que recordar que tanto él como la princesa Charlotte conocen de sobra lo que es formar parte de una boda, puesto que han sido pajes o damas de honor en varias ocasiones.
Sin embargo, hubo un motivo principal que propició que George no pudiera ver a su padrino darse el ‘sí, quiero’. El enlace matrimonial se celebró un viernes y, por tanto, un día laborable. Ello implica que se trate de un día con total normalidad en los colegios británicos, por lo que no pudo asistir por esta razón. Además, para sus padres es muy importante que sus hijos mantengan un ritmo escolar habitual para así no interferir en sus estudios al no tener funciones reales propiamente dichas.
El papel del príncipe Guillermo en la boda de los duques de Westminster
El hijo del monarca inglés sabía que muchos de los focos de atención iban a estar puestos en él. Últimamente solo se le ve en actos institucionales. En esta ocasión se trataba de un evento totalmente personal que nada tenía que ver con su papel en la Corona británica. De hecho, sorprendió que llegase con un rostro serio y totalmente cabizbajo a la catedral donde se celebró el enlace.
Por un lado, se podía pensar que esta actitud vendría determinada por la situación que está atravesando su esposa, ya que se encuentra recibiendo su tratamiento de quimioterapia por el cáncer que padece. Además, el marido de la reina Camila se encuentra en la misma tesitura, por lo que su rostro compungido podría tener un significado claro. Sin embargo, lo único que quería el hermano del príncipe Harry era cederle todo el protagonismo a los novios.
A la boda acudían muchas personalidades importantes del Reino Unido, ya que Hugh es uno de los hombres con mayor fortuna y patrimonio económico de todo el país. Por ello, la importancia de pasar desapercibido en dicho ambiente era una clave para él. No obstante, con el avance del día se le pudo ver mucho más relajado y disfrutar de uno de los días más importantes de uno de sus mejores amigos de toda la vida.
En cualquier caso, tal es la relación de amistad entre el heredero a la Corona británica y el novio que incluso le pidió que tuviera un importante papel en su enlace. El futuro Rey del Reino Unido tuvo la misión de hacer de acomodador. Lejos de sus funciones como un gran orador y acostumbrado a realizar grandes discursos ante gran cantidad de gente, los novios decidieron que sería el encargado de ir sentando a cada uno en su lugar para que así hubiera un orden y todo estuviera correcto. En cualquier caso, ‘El español’ confirmaba esta tarea y además indicaba que la realizó a la perfección, saludando a todos los invitados y acompañándolos a su lugar en la iglesia.