Mohamed VI (61 años) ha sufrido un gran susto en las últimas horas. Y es que el rey de Marruecos va a terminar el año pasando por el hospital tras una fuerte caída. El soberano jerifiano fue operado de urgencia del hombro izquierdo el pasado domingo 8 de diciembre: "Durante una actividad deportiva habitual, Su Majestad el Rey Mohammed VI, que Dios le asista, sufrió una golpe que le provocó un traumatismo en el hombro izquierdo con fractura de húmero", ha anunciado en un comunicado el palacio real.
La operación, que tuvo lugar en la clínica del palacio real de Rabat, se desarrolló "con éxito", según ha afirmado el médico personal de Su Majestad, el profesor Belyamani Lahcen. Sin embargo, durante este último mes de 2024, el monarca tendrá que reducir sus actividades oficiales porque su hombro izquierdo deberá permanecer inmovilizado durante 45 días. Pero no solo eso, también deberá pasar por un período de "rehabilitación funcional" cuya duración aún no se ha determinado.
Mucho se ha hablado durante los últimos meses sobre la supuesta mala salud del monarca marroquí. Los rumores sobre un empeoramiento han provocado numerosas preguntas, a lo que se ha sumado también el protagonismo en auge del heredero, Moulay Hassan. Y es que durante las últimos eventos reales ha sido el joven quien se ha puesto al frente de la corona. Fue él quien el pasado 21 de noviembre recibió al presidente chino Xi Jinping para una reunión bilateral en Casablanca. Una presencia en primera línea que debería acentuarse durante la convalecencia de su padre.
No obstante, a finales del pasado mes de noviembre se pudo ver a Mohammed en París junto a sus dos hijos sin ninguna ayuda como sí la había necesitado en otras ocasiones. Eso sí, desde la prensa francesa aseguran además que las últimas apariciones públicas de Mohammed VI ha sido "raras" porque "a diferencia de su padre, Hassan II, el monarca prefiere las sombras a la luz".
De hecho, en los medios de nuestro país vecino recuerdan que casi nunca ha concedido una entrevista a la prensa, ni en el reino ni en el extranjero. "Generalmente se contenta con discursos largos y meticulosamente preparados, como el que pronuncia cada verano durante las tradicionales celebraciones del Día del Trono", dicen en 'Point de Vue'. Además, lo cierto es que la comunicación oficial del palacio suele realizarse a través de comunicados de prensa distribuidos a través de la agencia de prensa marroquí (MAP).
Todo lo relacionado con el misterioso Mohammed VI, al frente desde 1999 de una de las monarquías más antiguas del mundo, agita cada vez más la esfera mediática. Su aparición junto a Emmanuel Macron, quien viajó a Rabat con motivo de una visita de Estado de tres días, del 28 al 30 de octubre, no fue una excepción a la regla. El citado medio explica que en la pista del aeropuerto de la capital, donde el presidente de la república fue recibido con bombos y platillos, el monarca apareció "muy demacrado" y apoyándose en un bastón, lo que suscitó interrogantes entre una parte de la población marroquí y más allá de las fronteras.
De hecho, no es la primera vez que la salud del padre del príncipe heredero y de la princesa Lalla Khadija ocupa los titulares a nivel internacional por un problema de salud. En 2018, el rey de Marruecos fue operado del corazón en una clínica parisina a causa de una "alteración del ritmo cardíaco", según el periódico 'Libération'. Además, más recientemente, el pasado mes de octubre, durante la visita de Estado del presidente francés Emmanuel Macron al país, el soberano apareció con un bastón por culpa de una "contracción muscular en la espalda debido a la ciática", contaron en el citado medio.
Mohammed VI visita regularmente Francia para pasar varios días en sus estancias privadas. Y es que el rey posee varias propiedades en el país galo: el castillo de Betz, en Oise, adquirido por su padre en 1972, y una mansión privada en el distrito 7 de París, cerca de la torre Eiffel. El problema cardíaco volvió a aparecer dos años y medio después, lo que obligó a una segunda operación, en junio de 2020, en la clínica del Palacio Real de Rabat. Sin embargo, la información oficial sobre la salud del soberano suele ser sucinta y limitada, siempre en consonancia con la tradición monárquica marroquí encaminada a proteger su vida privada. Sin duda todo lo relacionado con su salud es muy hermético, pero las redes sociales dictan sentencia y comparan sus últimas apariones afirmando que el pocos años su imagen ha cambiado mucho y está gravemente deteriorada.