En cuanto a los royals se refiere, este martes 14 de mayo todas las miradas están puestas en Noruega. Los reyes Federico (55 años) y Mary de Dinamarca (52 años) han llegado a Oslo para llevar a cabo un viaje de Estado de dos días en los que la familia real noruega ejerce de anfitriona. Los viajes de este tipo se convierten en la mejor oportunidad tanto para reyes como para príncipes de sacar a relucir su lado más cercano, distendido y profesional al mismo tiempo. Con permiso de los Reyes daneses, que además hoy celebran su 20 aniversario de casados, en su primer día en Noruega ha habido otra protagonista. Se trata de Mette-Marit (50 años).
Mette-Marit de Noruega, la mejor anfitriona de Mary de Dinamarca en Oslo
A su llegada a Oslo, los reyes Federico y Mary de Dinamarca han sido recibidos por los reyes Harald (87 años) y Sonia de Noruega (86 años) y por los príncipes Haakon (50 años) y Mette-Marit. La clara muestra de que el heredero y su mujer van a tener un peso importante como anfitriones de los daneses.
En los últimos tiempos, el rey Harald ha pasado por momentos complicados de salud con ingresos hospitalarios incluidos. De ahí que aunque haga acto de presencia en reuniones como esta, ceda parte de sus tareas a su hijo, que un día pasará a reinar. Por tanto, Mette-Marit cobra protagonismo y esto es algo que también llama la atención.
Si por algo protagoniza titulares Mette-Marit de Noruega es por su delicado estado de salud. En los últimos años, la mujer del príncipe Haakon se ha dado de baja en algunas ocasiones y se ha perdido eventos de diferente índole. La razón, la fibrosis pulmonar crónica que padece y que le obliga a quedarse reposando cada cierto tiempo por las crisis que vive. Sin ir más lejos, desde el verano pasado y hasta finales de año, pasó por una racha complicada sobre la que la Casa Real Noruega se vio obligada a emitir un comunicado para informar de su retirada temporal. Idas y venidas que suscitan diferentes comentarios sobre el rol que tendrá cuando sea reina consorte. Algo sobre lo que hoy mismo ha hecho toda una declaración de intenciones.
Haakon y Mette-Marit de Noruega han sido los primeros de la familia en dar la bienvenida a Federico y Mary de Dinamarca. Los príncipes les han esperado en el muelle en el que el yate real ha atracado y en cuanto los Reyes se han bajado, les han saludado amablemente. Gestos de cariño que después se han repetido durante el paseo que han hecho para saludar a los allí presentes. En ese momento, mientras Haakon y Federico han caminado juntos, Mette-Marit y Mary han hecho lo propio. Una forma de que Mette-Marit cobre protagonismo y que se convierta en la mejor anfitriona de la Reina pese a que ella es princesa. Algo sobre lo que Mary ha respondido muy bien.
La mujer de Federico de Dinamarca sabe bien lo que es estar en el camino a ser reina consorte, enfrentarse a las críticas, ejercer de anfitriona… De ahí que se haya mostrado muy agradecida con Mette-Marit de Noruega y le haya dado el hueco que considera que le corresponde pese a tener ella una categoría superior dentro de las monarquías europeas.
Mette-Marit, en segundo plano con un look tan discreto como elegante
Además, Mette-Marit de Noruega ha sabido ser protagonista pero sin perder su segundo plano. Cuando su suegra la reina Sonia ha estado presente, ella ha dado un paso atrás y ha permanecido en la sombra. Un segundo plano que también ha reflejado a través de su look. La mujer de Haakon de Noruega, para esta ocasión tan señalada en la que sabía que muchas miradas iban a estar puestas en ella, ha elegido un vestido elegante y original pero al mismo tiempo discreto.
La princesa Mette-Marit ha lucido hoy un vestido de color marrón con una franja blanca en la parte superior con la que se logra una apariencia de camisa, también gracias al tipo de cuello de la prenda. Como tocado, la mujer de Haakon de Noruega ha llevado una pamela en color blanco. Para un tipo de ocasión como esta en la que se suele llevar algún accesorio de este tipo, ella ha elegido una opción clásica y elegante con la que lucir sofisticada pero sin ser excesiva.
Ahora, Mette-Marit de Noruega está ante dos días en los que seguir haciendo esta declaración de intenciones sobre su actual papel y el que tendrá en un futuro, cuando su marido pase a ser Rey de los noruegos. Dos días en los que se puede apoyar como nunca en la reina Mary de Dinamarca.