De mente cerrada, fan de los ovnis y bajo la sombra de Letizia: los aspectos más desconocidos de la reina Sofía en sus diez años como emérita

¿Qué sabemos de la reina Sofía? ¿Qué le gusta? ¿Qué piensa? En los últimos diez años el modelo de comportamiento de la reina emérita ha quedado en desuso

José Confuso

Director digital de Lecturas

Actualizado a 18 de junio de 2024, 12:42

GTRES
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Es una gran profesional. Este ha sido el mantra que durante décadas ha acompañado a la reina Sofía. Criada en el seno de una familia reinante para formar parte de otra, poco o nada sabemos de la mujer que ha acompañado al jefe de Estado desde su ascenso al trono -antes también, cuando solo era un príncipe con aspiraciones-. Sofía de Grecia ha callado. Lo ha hecho en público y en privado. Ha aguantado el tipo cuando dentro de palacio todo era un polvorín. Ha puesto la institución por delante y ha ejemplificado un modelo caduco. La hoy reina emérita ha sido una gran profesional, sí, pero esto ya no sirve en los tiempos que corren. Tal y como ha dejado claro la reina Letizia.

Cuenta Pilar Eyre que Letizia se arrepintió de haber puesto a la reina Sofía como modelo en sus primeras palabras como novia del príncipe de Asturias. Muy querida por los ciudadanos, la sobriedad y la seriedad de la reina Sofía estaban por encima de todo. Había cumplido en su papel, había formado una familia y había asegurado el linaje. Nada más y, a la vez, nada menos. Décadas de silencio sobre las tropelías del rey Juan Carlos habían transmitido una imagen también alterada de la hoy emérita. Sofía era y sigue siendo un misterio para todos.

La reina Letizia tenía muy claro desde el primer momento que ella no iba a ser ese tipo de reina. Letizia habla, comunica y se implica. Y eso, claro, siempre tiene un precio. Tanto dentro como fuera de palacio.

Fan de los ovnis: lo poco que sabemos de la reina Sofía

Durante años, la reina Sofía aprovechaba las vistas de Zarzuela para organizar veladas para avistar fenómenos paranormales. Íntima de Jiménez del Oso, novelista especializado en este tipo de material, la reina es y era una fanática. Le interesaba especialmente la vida fuera de la Tierra. Eran reuniones en las que no solo se hablaba de misterio. Una de ellas, a la que estuvo invitado mi padre, era sobre la posibilidad de vida en Marte. Había gente de la NASA, creo que estaba también Pedro Duque, habían llevado una reproducción de un módulo espacial… Más científico imposible“, le contó el hijo de Jiménez del Oso a Eduardo Verbo en Vanity Fair.

La reina reunía a su familia en el jardín, a temperaturas imposibles, para mirar al cielo durante horas. Tapados con mantas y a la espera de que algo ocurriese, estas costumbres de la reina Sofía sacaban de sus casillas al rey Juan Carlos. Así lo narró J.J. Benítez, también voz autorizada en los asuntos del más allá, tras haberse reunido con la reina en un encuentro en Lima. Y no es la única vez que el rey emérito quiso sacar la máxima ‘guasa’ posibles de las aficiones de su mujer.

Revela Pilar Eyre en su libro ‘La soledad de la reina’ que en un viaje a Perú la reina Sofía se trajo una piedra de cuatro kilos que, teóricamente, había llegado a la tierra proveniente de otros mundos. La reina hizo que se instalase en la piscina para admiración de toda la familia. La piedra en cuestión tenía algunos garabatos que, según se había asegurado, eran obra de los incas. El rey Juan Carlos, tal vez harto de las excentricidades de la reina, se acercó un día y exclamó: “¿Sabes lo que pone, Sofi? ¡Beba Coca-Cola, Sofi! ¡Beba Coca-Cola!”. Aunque no quedan ahí las cuestiones de fe de la reina Sofía.

De educación ortodoxa, debido a su procedencia griega, pero educada en el catolicismo tras su relación con el rey Juan Carlos, la reina emérita profesa todo tipo de religión. Se cuenta que también suele acudir habitualmente a misas evangelistas y es una gran aficionada a las apariciones mariana, como no podía ser de otra forma. Una vertiente que nada tiene que ver con esa férrea educación germana de la que siempre se le ha hecho gala.

El pensamiento de la reina Sofía: contra el aborto y el matrimonio igualitario

Posiblemente el paso de los años ha hecho que algunas de las concepciones que la reina Sofía expresó en su libro-entrevista con la periodista Pilar Urbano hayan ido cambiando. La emérita se mostró en aquella única ocasión donde quiso hablar firme en muchos aspectos. Algunos muy alejados de la sociedad del momento y, por supuesto, de la actual. “Se ha de enseñar religión en los colegios, al menos hasta cierta edad: los niños necesitan una explicación del origen del mundo y de la vida”, le aseguró a Urbano.

Ferviente seguidora de la fe, la reina Sofía no tuvo reparos en afirmar que no era partidaria del aborto ni tampoco de la eutanasia. “¿Muerte digna? Totalmente de acuerdo”, apuntaba. Mucho más vehemente se mostró acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo. “¿Que se sientan orgullosos por ser gays? ¿Qué se suban a una carroza y salgan en manifestaciones? Si todos los que no somos gays saliéramos en manifestación... colapsaríamos el tráfico”, expresó la reina a la periodista.

“Si esas personas quieren vivir juntas, vestirse de novios y casarse, pueden estar en su derecho, o no, según las leyes de su país: pero que a eso no lo llamen matrimonio, porque no lo es. Hay muchos nombres posibles: contrato social, contrato de unión”. El revuelo generado en el momento no fue escaso. Eso sí, el tiempo hizo que todas estas cuestiones de la reina acabasen siendo olvidadas. Los escándalos del rey Juan Carlos, muchos y numerosos, hicieron que la reina Sofía volviese incluso aquí a un segundo plano.

El modelo Letizia frente al modelo Sofía

¿Sabemos realmente qué piensa la reina Letizia? Posiblemente no tanto como quisiéramos pero mucho más que respecto a su antecesora. Con una formación de periodista que nunca ha dejado de ejercer, la reina es curiosa, interviene acerca de los asuntos diarios y muestra su opinión en los corrillos de las recepciones. Con mesura y siempre siendo consciente de su posición, Letizia se pronuncia. Lo hace con símbolos y gestos, con miradas y, sí, enfados.

Tiene la reina Letizia, igual que el rey Felipe, una entrevista pendiente. La tienen, de hecho, todos los miembro de la Casa Real. Tan solo el rey Juan Carlos dio el paso de sincerarse ante periodistas pero lo hizo siempre fuera de España. La curiosidad sobre lo que opina la reina se alimenta día a día. Letizia pone su impronta en los actos a los que acude y las causas que elige amadrinar. También en las afinidades con líderes políticas que se desprende en las recepciones de palacio.

Cuentan los que han compartido momentos con la reina que Letizia pregunta todo. Saca temas de conversación y se interesa por la opinión de cada uno. Tanto es así que los presentes, al terminar, tienen la sensación de haberse pronunciado en exceso mientras la reina aguarda, como buena periodista, al titular perfecto. La reina ha tenido, desde el primer momento, la máxima de abrir la institución y acercarla a los ciudadanos. Borrar la imagen de la abnegación de la reina Sofía para darle un aire mucho más próximo a 2024.
 

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