Los duques de Sussex vuelven a estar en el ojo del huracán. Primero de todo, por su primer posado oficial tras hacerse oficial el 'Megxit'. Meghan Markle y el príncipe Harry se han puesto en manos de Matt Sayles para sacar su lado más natural hasta el momento después de desvincularse completamente de sus obligaciones con la Casa Real Británica. Y segundo, por el objeto que poseen en su casa de Montecito en Santa Bárbara.
El matrimonio, gracias a una videollamada con TIME 100, ha dejado al descubierto la preciosa roca celestial que adorna su salón. Además, han querido desvelar el importante significado que tiene para ellos.
Tanto Meghan como Harry son adictos a la meditación. Practican yoga desde hace tiempo (como Ana Rosa Quintana) y gracias a esta piedra tratan de buscar la fuerza espiritual y la paz interior, e incluso promueven sus propiedades curativas: "No puedo señalar el por qué o el cómo, pero estoy feliz. La meditación tiene mucho que ver con eso", confesaba la exactriz de Suits en 'The Tig', su antiguo blog.
También, en el espacio citado anteriormente, Meghan reveló las excusas que le ponía a su entrenador para no meditar: "Sé que pensarás en un millón de excusas de por qué esto es una tontería o por qué no tienes tiempo para eso. Mi entrenador me dijo que precisamente por eso necesitaba meditar el doble".
Parece que el hermano y la cuñada del príncipe Guillermo han encontrado la paz que tanto necesitaban. Han comenzado una nueva vida en Estados Unidos junto a Archie, su primogénito, y han revelado lo bien que les está yendo: "Estamos tratando de aprovechar todo el tema de calidad que tenemos con nuestro hijo y aprovechar el momento de su crecimiento y desarrollo".
Además, Harry ha comentado en más de una ocasión que quiere que Archie tenga la infancia que él no pudo tener: "Harry y Meghan pasan mucho tiempo al aire libre. Les encanta jugar con Archie. Tener espacio privado es un sueño para ellos", ha contado una fuente a People.