Meghan Markle y el príncipe Harry están dispuestos a cortar todos sus lazos con Reino Unido. Al menos, eso es lo que se desprende de su última decisión. Totalmente asentados en su mansión de Montecito, en California, los duques de Sussex han optado por disolver la firma Sussex Royal, una organización benéfica que crearon cuando formaban parte de la casa real.
Según los documentos del registro mercantil de Reino Unido, Meghan Markle y el príncipe Harry presentaron la solicitud para liquidar la organización benéfica, a la que rebautizaron tras su salida de la casa real británica como MWX, el pasado 4 de mayo y este martes 18 se ha nombrado a un liquidador voluntario.
Un trámite que tardará 10 días en producirse y que se conoce tan solo un día después de que los duques de Sussex hicieran una aparición inesperada en el vídeo promocional de la docuserie que el príncipe Harry va a estrenar junto a Oprah Winfrey el próximo 21 de mayo.
Al liquidar esta organización benéfica, Meghan Markle y el príncipe Harry dejan claro que, por el momento, no tienen ninguna intención de regresar a Reino Unido. La pareja se encuentra totalmente asentada en California, a donde se mudaron hace ahora un año. Desde allí, además, dirigen la fundación Archewell, que se llama así en honor al hijo que ambos tienen en común, Archie.
Lejos de Reino Unido, Meghan Markle y el príncipe Harry están totalmente centrados en sus nuevas facetas profesionales. Además del estreno del proyecto televisivo del nieto de Isabel II, la exactriz también anunció hace unos días la publicación de su primer libro infantil. Todo mientras esperan a su segundo hijo en común, una niña, que nacerá previsiblemente el próximo mes de junio, aunque ninguno de los dos ha confirmado oficialmente cuando tendrá lugar su esperada llegada.