De rojo, presumiendo de imponente escote y sensual apertura... así ha reaparecido Meghan Markle sobre la alfombra roja del Salute To Feedom Gala en el Intrepid Sea-Air-Space Museum de Nueva York de la mano del príncipe Harry. Una vuelta por todo lo alto en la que ha recuperado el glamour propio de Hollywood que dejó atrás hace más de cuatro años cuando se comprometió con el hijo de Lady Di.
Con permiso de la reina Letizia, que durante años ha hecho propio el uso del color rojo, Meghan Markle se decantaba por este tono carmesí para un diseño firmado por Carolina Herrera que nos ha dejado literalmente con la boca abierta. Se trata de un vestido con original doble falda, una fusión perfecta entre la sensualidad y la sofisticación que le ha devuelto a la duquesa de Sussex su versión más segura frente a las cámaras.
Sin dejar de sonreír en ningún momento, la duquesa de Sussex presumió de pronunciado escote. Un modelo espectacular que si bien por delante presentaba un diseño tubo con abertura frontal, si la mirabas de espaldas sorprendía con una falda de corte princesa mucho más acampanada que se prolongaba con una pequeña cola y se ceñía a la cintura con un fajín muy favorecedor.
Tal y como se puede observar desde el perfil de Instagram de la marca, la creación pertenece a la campaña pre-fall 2022 por lo que habrá que esperar un poco más para verlo sobre las pasarelas. Meghan completó su look de alfombra roja con unos salones destalonados de terciopelo rojo, también de Carolina Herrera, los favoritos de la reina Letizia. Finalmente, recogió su cabellera azabache en un moño de bailarina que dejaba totalmente al descubierto su rostro.
Al margen del estilismo, el motivo que llevó al matrimonio a esta gala fue que el príncipe Harry era el encargado de presentar el Premio Intrepid Valor Award a los miembros del servicio y los veteranos que viven con las heridas invisibles de la guerra.