En solo 24 horas, Máxima de Holanda (52 años) ha pasado de saltarse el protocolo en el tradicional Día del Príncipe por lucir pantalón por primera vez, a recuperar su versión más sobria con un romántico conjunto de color blanco que a primer golpe de vista parece un vestido.
Fueron tantas las críticas que recibió la mujer del rey Guillermo en el día de ayer por la elección de su arriesgado look: un mono de color melocotón que combinó con un original abrigo estampado, que hoy decidía dar un paso atrás e ir a lo seguro.
Máxima y Beatriz de Holanda han reaparecido juntas dejando constancia de la complicidad que existe entre ellas. Ambas se han reunido con un grupo de artesanos que ayudaron a bordar las nuevas cortinas que luce el Salón Chino del Palacio Huis ten Bosch, actual residencia de los reyes.
Para la ocasión, la Reina de los orange ha rescatado de su fondo de armario este precioso dos piezas confeccionado en hilo de Tory Burch, que estrenó durante el reciente posado de verano en la playa de Zuiderstrand. Este look de 'novia moderna', que también podría lucir cualquiera de sus hijas, está compuesto por un coqueto top con jaretas, manga corta abullonada, escote cerrado y bajo de encaje, que combina a la perfección con una falda de largo midi con vuelo cargado de detalles que la convierten en una pieza muy especial y favorecedora.
Aunque en el día de su estreno lo llevó con unas alpargatas, hoy le ha dado un toque más sofisticado al combinarlo con unos sencillos stilettos nude, que no han restado ni un ápice de protagonismo al outfit. A su lado, la princesa Beatriz con un sencillo y práctico conjunto compuesto por pantalones azul marino de corte recto y blusa estampada.
Que sean dos piezas permite que, además de formar un look monocromático como el que lleva Máxima, también tengamos la opción de lucirlas por separado. El top quedaría ideal con jeans, y la falda es tan bonita que cualquier blusa o crop top le darían un toque muy favorecedor.
La buena sintonía de Máxima de Holanda con su suegra
Parece que Máxima de Holanda se salta la norma de 'mala relación' con su suegra. Desde que Guillermo la presentara hace más de dos décadas como la mujer con la que quería compartir su vida, la reina Beatriz la recibió con los brazos abiertos. Ni siquiera el pasado de su padre como ministro de la dictadura de Videla fue un impedimento.
Hoy llegaban cogidas de la mano, gesto que evidencia que su relación es magnífica. De hecho, a lo largo de toda la visita Máxima no dejó de charlar con su suegra y explicarla cada uno de los bordados que aparecen en las nuevas cortinas, que tal y como ha publicado la casa real pretenden hacer un homenaje muy especial a los Países Bajos, "un país de muchas culturas, donde se construyen puentes y se conectan grupos de población".
Dada su naturalidad, Máxima no ha dudado en agacharse, movimiento que dejaba al descubierto lo que llevaba debajo de su estilismo. Y es que para evitar las incómodas transparencias y quizás acentuar su silueta, parece que la mujer del rey Guillermo también se ha sumado a la moda de las fajas.