Hace unos días que Mary Donaldson (51 años) rompía su silencio por primera vez tras lasfotografías exclusivas que la revista Lecturas publicó de su marido, Federico de Dinamarca, con Genoveva Casanova. Tras años siendo una de las parejas más consolidadas y queridas de las casas reales europeas, los futuros herederos de la corona danesa se enfrentan a una encrucijada y los rumores de tensiones en la familia cada vez suenan más fuertes. Lejos de los círculos académicos, las galas y los eventos de recaudación de fondos de la sociedad en la que se codean ahora, la princesa creció muy lejos de las escuelas de élite, los deportes o las reuniones elitistas que han formado a muchas de sus pares en otros países. Nació en Hobart, Tasmania, a 10.000 millas de Copenhague, en 1972. Su padre es John Dalgleish Donaldson, profesor de matemáticas aplicadas e hijo de un pescador escocés que emigró a Australia en 1963 con su difunta madre Henrietta, quien era asistente ejecutiva en la Universidad de Tasmania (hoy está casado con la novelista de suspense Susan Moody). Por eso en una entrevista que concedió al 'Financial Times' confesó cuál era una de las mayores penas que había sentido una vez perteneció a la casa real.
Y es que a pesar de que el glamour que rodea a la princesa heredera no ha disminuido el interés de los medios todo este tiempo (durante la semana de eventos de etiqueta que precedieron a su boda, cuando fue presentada formalmente a los daneses, vistió un resplandeciente traje de gala tras otro combinado con las joyas usadas por Désirée Clary para la coronación de Napoleón en 1804), lo cierto es que a Mary le apena tener que estar vestida de etiqueta. "Desde el principio estaba claro que había expectativas sobre cómo vestirse y cómo hacerlo apropiadamente para un evento", explicó la princesa heredera, que ahora ya está acostumbrada a ponerse lo que le toque (joyas con piedras preciosas, cruces blancas y la insignia de la Orden del Elefante con incrustaciones de diamantes) cuando tiene que cumplir sus funciones oficiales. "Eso fue bastante desalentador para mí. Yo era una chica que vestía camiseta y pantalones cortos y solía andar descalza", confesó. Eso sí, en los años siguientes quiso enfocar su estilo renunciando en gran medida a los trajes con falda y vestidos delicados para dar valor a prendas sueltas ejecutivas.
Por suerte, a pesar de que ella no se sienta muy cómoda vistiendo de gala, la verdad es que tiene muy contentos a los más críticos. "Como futura reina, la capacidad de su alteza real para vestir apropiadamente a su posición y al mismo tiempo moderna siempre me ha parecido particularmente impresionante", explicó Paul Smith, viejo amigo del príncipe heredero Federico. "Tiene la confianza necesaria para vestirse con la autoridad que requiere su función pero de una manera que resulta relevante hoy en día. Siempre se viste como una princesa, pero nunca se viste como tal. ¡Podría hacer que los jeans rotos parecieran majestuosos!", añadió sobre su estilo.
Los peores momentos de Mary Donaldson
A pesar de que estas palabras sobre la pena que tuvo al entrar en la casa real danesa son de hace varios años, lo cierto es que su ingreso en la familia fue un gran cambio para Mary. Y aunque no se sabe con certeza si esta gran diferencia de vida fue en parte uno de los motivos que provocó su depresión, la verdad es que hace unos días que la institución danesa reconoció que la futura heredera había padecido esta enfermedad.
"La princesa heredera ha trabajado durante muchos años para combatir la depresión y centrarse en la salud mental", citan textualmente sin dar más información al respecto. "Al mismo tiempo, la naturaleza -y la importancia de cuidarla- es una parte esencial de la vida y el trabajo de la princesa", concluyen desde la casa real para promocionar el programa en el que la monarca se ha sincerado como nunca sobre la salud mental. "Eso es lo que pasa con el dolor. Si no lo procesas puede convertirse en un duelo complicado que afecte a tu calidad de vida y a tu salud", dice la princesa en plena tormenta mediática en su reaparición. "Todos necesitamos ayuda de vez en cuando. Pero es muy importante que no dejes que los demás te definan. Quién eres y cómo eres", explica sin tapujos a la periodista.