Mary de Dinamarca y Mette-Marit deslumbran en Alemania con dos estilismos totalmente opuestos: de rojo pasión a un llamativo estampado

Mary de Dinamarca y Mette-Marit de Noruega se han encontrado en Alemania durante un viaje oficial, en el que han lucido dos estilismos completamente opuestos para la cena conjunta

Jara Bravo

Redactora digital de Lecturas

Actualizado a 22 de octubre de 2024, 06:21

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Berlín se ha convertido esta noche en una cumbre de algunas de las monarquías europeas más relevantes. La celebración del 25 aniversario de las embajadas de los países nórdicos ha hecho que varios miembros de Casas Reales hayan viajado hasta la capital de Alemania. Federico y Mary de Dinamarca llegaban esta mañana al aeropuerto de la ciudad, donde fueron recibidos por el presidente Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender. 

Horas más tarde se reunieron con sus iguales noruegos y suecos con motivo de dicho aniversario. Fue entonces cuando pudimos ver la primera imagen de los monarcas daneses junto a la princesa Victoria de Suecia y su marido Daniel y también el príncipe Hakoon y Mette-Marit de Noruega. 

Sin embargo, no ha sido hasta que ha caído el sol que hemos podido ser testigos del duelo de estilo entre Mary y Mette-Marit. Las dos royals han deslumbrado con sus estilismos totalmente contrapuestos para la cena de gala en el palacio de Bellevue, donde el presidente de Alemania y su esposa han sido los perfectos anfitriones. Cabe destacar que aunque el código de vestimento era, en efecto, de gala, no se requerían tiradas porque no se trata de un acto de Estado.

De rojo pasión a un estampado llamativo, así ha sido 

Los invitados royals y las parejas presidenciales de los países nórdicos han recorrido la alfombra roja que se ha extendido en la entrada del palacio de Bellevue. Primero hemos visto llegar a Mary de Dinamarca, junto a Federico, con un espectacular vestido rojo pasión de Carolina Herrera. 

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Un color totalmente diferente al look más sosegado, en tono azul bebé, que ha lucido durante la tarde. Con una gran lazada en la cintura, la prenda ensalzaba la figura de la reina, terminando elegantemente con un suave vuelo gracias a la confección en un suave mikado de seda.

No ha sido todo. Como siempre, los detalles son clave y Mary lo sabe bien. Es por eso que ha optado por lucir un accesorio con mucho significado: una pulsera de perlas, en el centro de las cuales había un camafeo con un retrato de la reina sueco-noruega Josefina. Un pequeño homenaje a sus vecinos y compañeros de cena. Unos pendientes, también fabricados con perlas, que ya lució en su boda ha cerrado un estilismo arrollador e intenso que ha destacado.

En contraposición con este despliegue de color y fuerza, Mette-Marit ha elegido una opción más original. La esposa de Hakoon ha lucido un  vestido blanco con un estampado floral de tonos ocres y morados que ha evocado al otoño.

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No es la primera vez que la vemos con esta prenda, ya que también la usó en la cena de Premio Nobel de la Paz en 2016. Cabe destacar que la princesa ha escogido una cartera de mano de la marca Bottega Veneta que combinaba perfectamente con las tonalidades vibrantes de su estampado.

Aunque no es la primera vez que la vemos desde que anunció que había vuelto a someterse a un tratamiento por su enfermedad, sí es verdad que era su primer viaje al extranjero con tantos ojos sobre ella. Además, sigue en curso la polémica por la agresión de su hijo, Marius Borg, a sus exnovias. A pesar de esta presión, la princesa ha manejado el compromiso con elegancia y entereza. 

Junto a Mary y Mette-Marit también se encontraba Victoria de Suecia. La futura reina ha preferido no llamar tanto la atención y ha elegido un vestido de terciopelo morado de manga larga. De cuello cerrado, la prenda era entallada y se ajustaba a la figura de la princesa. Posiblemente, el detalle más curioso sea un wrap en la zona del torso que permitía dar forma al vestido.

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No pasa muy a menudo que los miembros de Casas Reales europeas coincidan en un mismo lugar. Una de las últimas veces fue durante los Juegos Olímpicos de París 2024 hasta donde acudieron reyes y príncipes para inaugurar estos galardones del deporte. Los reyes Felipe VI (56 años) y Letizia (51 años) fueron una de las parejas reales invitadas a la cena de inauguración en el Louvre y uno de los privilegiados para ver el desfile de los atletas que por primera vez tuvo lugar fuera del estadio olímpico.

 

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