Mary de Dinamarca sorprende con su último y sofisticado look, uno que comparte con Kate Middleton

Si hay algo que nos venga a la cabeza cuando hablamos de realeza eso es glamour y elegancia. Como si se tratase de un cuento de hadas, hay ocasiones en las que los monarcas de diferentes países sacan a relucir algunos de sus estilismos más glamourosos y consiguen que soñemos despiertos al ver esos sofisticados looks. Una de las reinas cuyo estilo más destaca en cualquier ocasión es Mary de Dinamarca (53 años) que siempre sorprende con cada uno de sus outfits y que sabe adaptarse a cualquier ocasión. La mujer de Federico X (56 años) acaba de volver a conseguirlo y en una de las últimas cenas de gala a la que han acudido juntos la reina se ha dejado ver con un impresionante look con una tiara que se compró ella misma.

El increíble último look de Mary de Dinamarca

Los reyes de Dinamarca han celebrado una gala homenaje al arte y a la cultura para el recuerdo en el Palacio de Christiansborg esta semana, una cita a la que han asistido más de 300 invitados y en la que la monarca australiana se ha dejado ver llevando un vestido de gala de Jenny Packham que tiene en común con otra royal muy conocida, Kate Middleton.

El vestido en cuestión está repleto de pedrería, siendo una opción brillante con manga larga con escote redondo y bordado en su totalidad con pasamanería en color champan muy elegante. Además, el diseño realza la increíble silueta de la reina y cuenta con detalles confeccionados en pedrería plateada, destacando especialmente ese cinturón falso en la zona central.

 

 

 

 

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Este diseño, llamado Georgia, forma parte de las obras de la modista británica Jenny Packham, a la ha recurrido muchas veces la princesa de Gales, tanto que ella misma ha llevado este diseño en el pasado, concretamente en la boda de Hussein y Rajwa de Jordania, llevándolo de nuevo ese mismo año en la recepción del Cuerpo Diplomático presidida por los reyes Carlos y Camilla. Aunque Mary fue la pionera en llevar este traje, que ya la hemos visto puesto en enero del año 2022 cuando se realizó una sesión de fotos en honor de su 50 cumpleaños.

La última vez que se llevó a cabo esta gala fue en el año 2016, celebrada por Margarita II y el príncipe Henrik. Los asistentes disfrutaron de una cena compuesta por tres platos y una serie de espectáculos en el Gran Salón antes de que se llevase a cabo el tradicional baile de Les Lanciers, donde participaron también los reyes daneses.

La especial tiara que ha lucido Mary de Dinamarca

Si bien este traje ya es de por sí una autentica sensación y uno de nuestros favoritos del armario de la monarca, Mary ha conseguido elevar el look llevando una fabulosa tiara que también es convertible en collar de diseño eduardiano, una muy especial que se compró ella misma en el año 2012 a través de Bruun Rasmussen, una casa de subastas de Copenhague. Tal y como afirman en ‘Vanitatis’, se trata de una pieza elaborada en oro y plata de 14 quilates con pequeños rubíes redondos, diamantes y espinelas, una que cuenta también con unos pendientes a juego que también pudimos verla luciendo en esta cena.

Durante esta velada pudimos ver a los monarcas de lo más compenetrados llevando a cabo ese mítico e histórico baile, Les Lanciers, donde se les pudo ver como hacía tiempo que no les veíamos, sonrientes, cómplices y muy naturales. Este baile tiene más de 150 años y se lleva a cabo por cuatro parejas en las fiestas de la Corte.

Margarita de Dinamarca apuesta por el azul royal más elegante

Si bien Mary nos enamoró con el look de esta velada, su suegra no se quedó atrás. La reina emérita estuvo presente en este evento con el que se quiso destacar los trabajos artísticos y culturales del país, un sector en el que la madre de Federico siempre ha puesto mucho interés en el pasado. Para el momento eligió un vestido azul intenso con encaje en la parte superior que combinó con un abrigo de pelo marrón chocolate. 

Además, igual que su yerna, la monarca eligió también una tiara que ya habíamos visto anteriormente. Se trata de la tiara Baden, de hojas de palma con forma de corazón que perteneció a la colección privada de Ingrid de Dinamarca, la madre de Margarita.