Una experta en protocolo analiza a Leonor y revela su gran error (y sus virtudes) como Princesa de Asturias

El protocolo establece que en la participación de Leonor en actos institucionales se debe respetar su juventud, pero sin dejar de tener presente que será la futura Reina de España. La experta en protocolo y etiqueta analiza la evolución de Leonor desde el punto protocolario

Gema Amil

Redactora Jefe digital de Lecturas

Actualizado a 24 de octubre de 2024, 09:26

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Leonor vivirá esta semana una nueva prueba de fuego. Mañana viernes 25 de octubre se celebran los Premios Princesa de Asturias -aunque los primeros actos en el marco de los galardones comienzan hoy jueves- y todos los ojos están puestos en la heredera al trono, que además vivirá este año un momento muy especial. La Princesa recibirá dos títulos especiales, por un lado recibirá el título de Alcaldesa Honoraria de Oviedo y más tarde le harán entrega de la Medalla de Asturias. Desde hace unos años y especialmente desde que hace un año celebrara su 18 cumpleaños la presencia y el trabajo la primogénita de Felipe VI se ha intensificado muchísimo. La experta María José Gómez Verdú ha hecho un análisis de Leonor desde el punto de vista del protocolo y cómo desempeña su trabajo.

El papel de la princesa Leonor como heredera al trono de España se puede definir desde el punto de vista del protocolo "como una función en constante evolución, en la que se combina su formación institucional con sus responsabilidades progresivas dentro de la monarquía". Leonor, al ostentar el título de Princesa de Asturias, simboliza el futuro de la monarquía española y su rol está profundamente ligado a las normas protocolarias que rigen su preparación y su aparición pública y desde una perspectiva protocolaria, según la experta en protocolo y etiqueta, "el papel de la Princesa Leonor se centra en la representación del Estado y de la Corona, aunque de forma gradual y acorde a su edad".

"Como heredera, su presencia en actos públicos es cuidadosamente planificada para familiarizarla con las instituciones del país y con su futura responsabilidad. Ejemplos de este rol incluyen sus participaciones en eventos como la entrega de los Premios Princesa de Asturias o actos oficiales de especial relevancia. El protocolo establece que su participación en estos actos debe respetar su juventud, pero al mismo tiempo permite que los ciudadanos la identifiquen como la futura Reina. Por ello, se cuida mucho la imagen y los discursos que pronuncia en estos eventos, adaptados a su rol como heredera al trono pero también pensados para que conecte con las nuevas generaciones", apunta María José Gómez Verdú.

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Otro aspecto clave del protocolo que define su trabajo es su formación integral. "Además de su educación académica, Leonor ha comenzado su formación militar, un paso imprescindible en la vida de los herederos al trono en España. Esta preparación no solo responde a la tradición, sino que está protocolariamente orientada a garantizar que, cuando llegue el momento, pueda ejercer con conocimiento de causa el liderazgo como jefa de las Fuerzas Armadas", explica.

En este sentido, el protocolo establece una serie de hitos que la Princesa debe cumplir en su formación, tales como la asistencia a academias militares y la adquisición de conocimientos sobre la estructura del Estado, las relaciones internacionales y los valores constitucionales. "Este proceso es esencial para su desarrollo como figura pública y como futura Reina", comenta Gómez Verdú a Lecturas.com.

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Finalmente, otro aspecto que define el trabajo de la hija de Felipe y Letizia, desde el punto de vista protocolario, es la construcción de su imagen pública. Esto incluye tanto su apariencia en los actos oficiales como su comportamiento. "Leonor sigue estrictos códigos de vestimenta y comportamiento que están alineados con su posición como futura Reina, asegurando que su imagen siempre proyecte seriedad, respeto por las tradiciones y cercanía al pueblo. El protocolo establece que su imagen debe equilibrar la tradición y la modernidad: por un lado, representar la estabilidad y la continuidad de la monarquía; por otro, encarnar una juventud que conecta con el futuro del país", termina.

El error de Leonor desde el punto de vista protocolario

"La Princesa Leonor, como heredera al trono, tiene un lugar prioritario en los eventos y ceremonias que subrayan su futuro rol como monarca. Sin embargo, junto a su madre, la reina Letizia, está sujetas a las estrictas normas de protocolo que marcan la vida pública en la monarquía española. La juventud puede ocasionarle a la heredera al trono algún error y llevar a saltarse el protocolo. "A Leonor se le ve cada vez más suelta, cometiendo aún fallos lógicos debido a su juventud de protocolo, muchas veces corregidos por una sola mirada de su padre. Pero a pesar de ello, se desenvuelve cada vez con más seguridad", comenta la experta.

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A pesar de tener que seguir ganando confianza y experiencia, el trabajo de la Princesa de Asturias se acerca muchísimo a la excelencia y es que como sus padres es perfeccionista y trabajadora, muy responsable. "Las diferencias clave entre la Reina Letizia y la Princesa Leonor se basan en su posición dentro de la monarquía, sus respectivas responsabilidades y su protagonismo en los actos oficiales. Mientras que la Reina Letizia desempeña un papel de apoyo y acompañamiento al Rey, con un enfoque más representativo, la Princesa Leonor, como heredera al trono, tiene un lugar prioritario", apunta María José Gómez Verdú.

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