¡No paran! Tras disfrutar del debut de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, la princesa Leonor (18 años) y la infanta Sofía (17 años) han madrugado esta mañana para mostrar su apoyo al equipo de waterpolo masculino iniciaban su camino hacía la medalla en un partido contra la selección de Australia.
Sonrientes e inseparables, y portando su ya habitual acreditación, las hijas de los reyes llegaban al pabellón Paris La Défense Arena envueltas en una enorme expectación. Y es que desde que don Felipe anunciara que sus hijas tendrían un papel protagonista durante los Juegos Olímpicos en cada prueba esperamos con ansia su presencia.
Las jóvenes se han intercambiado el uniforme. Si ayer era Leonor quien combinaba su polo de color rojo con vaqueros blancos, hoy ha sido Sofía quien ha recurrido a un modelo acampanado muy similar, aunque esta vez lo llevaba con el polo nacional de color azul marino. La princesa de Asturias, por su parte, repetía la equipación de color rojo pero lo ha conjuntado con unos jeans azules ajustados con una original abertura en el bajo.
Finalmente, ambas coincidían con las mismas zapatillas. Unas sneakers blancas con detalles grises en la puntera que le daban un toque casual a su estilismo, perfectas para afrontar esta intensa sesión deportiva. Leonor cerraba su outfit con una mochila oscura, que también pertenece a la equipación española.
Leonor y Sofía se han convertido en la mejor representación de la Casa Real en los Juegos Olímpicos, y a juzgar por las imágenes están encantadas. Alejadas del estricto protocolo de otros actos institucionales, las hijas de los reyes se lo están pasando en grande.
Se espera que en los próximos días sean Felipe, Letizia y la reina Sofía, quienes ya están instalados en Mallorca, lo que les tomen el relevo en las pruebas que se irán celebrando durante las dos semanas que duran las olimpiadas.
Nada más acceder al pabellón, Leonor y Sofía han sido saludadas por el equipo español. Inmediatamente después se han colocado en las gradas para escuchar con atención el himno español. A lo largo de todo el partido, que se ha extendido poco más de una hora, Leonor y Sofía se han mostrado nerviosas y emocionadas con cada gol del equipo español que vencía en su debut en las piscinas 9 a 5. "¡Qué gran equipo de waterpolo tenemos!", se podía leer desde el perfil de Instagram oficial de la Casa Real. Una victoria que confirma que las hijas de los reyes se han convertido en un auténtico talismán para los deportistas españoles.
Después, las jóvenes se han colado en el vestuario de la selección de natación y no dudaban en saludar uno a uno a todos los deportistas y desearles toda la suerte de cara a las pruebas. Muy cariñosas, Leonor tomaba la delantera a su hermana y les daba dos besos a todos y todas.
La agenda de la familia real en París es un auténtico misterio. No sería de extrañar que siguieran con su periplo por las diferentes pruebas con representación española teniendo en cuenta que este domingo debutan Carolina Marín, la selección femenina de fútbol o el propio Rafa Nadal en solitario.
La infanta Sofía, el talismán del deporte español, según la prensa internacional
La prensa internacional no se ha quedado indiferente al debut de Leonor y Sofía en unos Juegos Olímpicos. Las hijas de los reyes han ganado peso dentro de la Corona y eso se nota, de ahí que don Felipe y doña Letizia no hayan dudado en cederles esta nueva responsabilidad.
Leonor y Sofía fueron testigo en primera persona de la primera victoria de Rafa Nadal y Carlos Alcaraz, y no contentas con eso, también han acompañado al equipo de waterpolo español en su primer triunfo en París. Ha sido este cúmulo de triunfos lo que ha empujado a la prensa internacional a definir a la infanta Sofía como el "talismán" de los deportistas españoles.
La hija pequeña de los reyes ha estado presente en los dos últimos grandes títulos conseguidos por el fútbol español: el Mundial femenino de 2023 y la reciente Eurocopa 2024. A sus 17 años y apasionada del deporte, vibra con cada triunfo y es que aún, y esperemos que siga siendo así, no ha vivido ninguna derrota.