El mal trago que le tocó vivir a Federico de Dinamarca tras pasar la noche con Genoveva Casanova

Un cúmulo de catastróficas desdichas que Federico de Dinamarca podría haberse ahorrado tras pasar la noche con Genoveva Casanova, pero a las que tuvo que hacer frente de la peor de las maneras

Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe de Clara Corazón

Actualizado a 20 de noviembre de 2023, 16:34

Gtres
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No conocer la ciudad es lo que tiene. Que te obliga a hacer cosas que un nativo no las haría ni loco, como por ejemplo, dar tremenda vuelta a la manzana, cargando de una maleta, llamando a tu equipo de seguridad y con cara de odiar profundamente a Goolgle maps. Completamente perdido y desubicado se pudo ver a Federico de Dinamarca la mañana del 26 de octubre, después de haber pasado la noche anterior en casa de Genoveva Casanova. 

El príncipe heredero abandonó la señorial finca en la que vive la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, ubicada en el barrio de Los Jerónimos, a eso de las 8 y media de la mañana, después de haber llegado al domicilio de la mexicana pasada la una de la madrugada y tras haber compartido con ella una velada en uno de los tablaos más famosos de la ciudad, El Corral de la Morería. A la mañana siguiente, Federico de Dinamarca debía reunirse con su equipo de seguridad, que le conduciría hasta el aeropuerto para coger un vuelo privado y regresar a Copenhague. Pero lograr esto fue una verdadera odisea…

Federico de Dinamarca, al no conocer Madrid y no manejarse bien por sus calles, dio una vuelta tremenda al rededor de toda la manzana donde está ubicada la vivienda de Casanova, hasta encontrarse con el coche oficial de la embajada danesa que debía recogerle. El marido de Mary Donaldson, cargando su propia maleta, con traje y corbata y perdido por Madrid. El hijo de la reina Margarita tan solo debía tomar camino recto para encontrarse con su seguridad, pero hizo lo contrario, lo que le obligó a dar un enorme rodeo hasta encontrarse con ellos. 

El coche podría haber aguardado delante de la casa de la mexicana, pero lo cierto es que, quizás para no levantar sospechas, dado que se trataba un vehículo oficial de la embajada de Dinamarca, prefirió que esperase unas cuantas calles más alejado. Y, debido a esta decisión, el príncipe acabó protagonizando un inesperado 'paseo', de lo más indeseado. 

Telecinco

La noche de Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova

La historia fotografiada de estos dos buenos amigos, que se habrían conocido compartiendo cacerías exclusivas, empieza en la tarde del 25 de octubre. Con ellos dos saliendo por unas de las puertas del Retiro y dirigiéndose a coger un coche, que les llevará a casa de Genoveva Casanova. Son las siete de la tarde y ambos permanecerán en el piso de la mexicana al rededor de dos horas, donde se cambiarán de ropa y volverán a aparecer para dirigirse a una cena en el centro de la capital. 

En El Corral de la Morería, Federico de Dinamarca y Genoveva Casanova compartirán mesa y mantel en un privadísimo reservado destinado solo para ellos dos. La seguridad de él también cenará en el restaurante, pero fuera de la cortina que separa el ambiente del reservado y del resto de comensales. Desde ahí, disfrutarán del espectáculo. A eso de la una, cuando el show ya ha llegado a su fin y el tablao ha apagado las luces de su característico luminoso, los compañeros de velada regresarán a la casa de ella. Entrarán juntos y ahí pasarán la noche hasta la mañana del día siguiente. 

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