La línea roja que el rey Felipe ha marcado con su hermana Cristina tras su reconciliación pública

La reconciliación pública entre el rey Felipe y la infanta Cristina ha levantado una lluvia de especulaciones entorno a cómo afrontarán esta nueva era.

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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Rey Felipe
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Después de años evitándose, el rey Felipe (56 años) y la infanta Cristina (59 años) hacían oficial su reconciliación en la boda de Victoria López-Quesada. Una imagen propiciada por los protagonistas a las puertas de la finca Soto Mozanaque que no tardaba en dar la vuelta al mundo y pretende expresar una unión familiar que hasta hace unos meses era inexistente. 

"Se han reconciliado después de unos años de desavenencias, y ya está (...) No hay que darle más vueltas, todo es relajado y normal", declaraba una fuente cercana a la infanta Cristina a 'Vanitatis'. Sin embargo, este acercamiento trae consigo una serie de "líneas rojas" que el rey Felipe no está dispuesta a saltarse. 

Para entender la situación nos tenemos que remontar al año 2015 cuando don Felipe despojó a su hermana de la asignación económica y el título de Alteza Real cuando se vio implicada en el Caso Noòs que terminó con Iñaki Urdangarin en prisión. Ahora, ha sido el divorcio entre su hermana y el ex jugador de balonmano lo que ha propiciado este nuevo acercamiento, aunque según el entorno de Cristina ya nada volverá a ser igual entre ellos. "Aunque siempre fueron unos hermanos muy unidos, con una relación muy estrecha, y eso ha pesado en el momento de volver a entenderse, no será como antes...", aseguran a la mencionada publicación. 

Infanta Cristina y Felipe
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Sea como fuere, y aunque en el terreno personal se muestren unidos y felices de recuperar el tiempo perdido, don Felipe ha dejado claro que la infanta Cristina no recuperará el título de Alteza Real y, mucho menos, volverá a representar a la Corona en un acto institucional. La Familia Real española la componen los reyes Felipe y Letizia, sus hijas Leonor y Sofía, además de la reina Sofía, y así seguirá siendo. No obstante, tanto la infanta Elena como la infanta Cristina podrán seguir presidiendo actos como han hecho hasta ahora, ya que ambas son presidentas de honor de distintos organismos. 

La reina Letizia, apartada de la familia del Rey, según Pilar Eyre

Como no podía ser de otra manera, la escritora y bloguera de Lecturas le ha dedicado su columna semanal a la reconciliación pública de Felipe y Cristina, una puesta en escena "perfectamente orquestada" para recuperar esa unidad familiar que tanto se ha echado de menos. 

No obstante, este cónclave Borbón en la boda de Victoria López-Quesada ha estado marcado por la ausencia de la reina Letizia, quien se encontraba en París apoyando a la delegación española de los juegos paralímpicos. Pero, ¿la Reina tenía obligación de estar allí?, se pregunta Eyre. "Es una iniciativa admirable, pero los Juegos Paralímpicos duran hasta el 8 de septiembre. ¿Qué sentido tenía que acudiera justo estos días si no era para mantenerla alejada de la boda para que su marido pudiera hacer la entrada triunfal con su hermana?", asegura la escritora. 

Felipe y Letizia
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También podemos estar ante otra tesitura, y es que quizás ha sido la propia Letizia quien ha preferido mantener distancia de esta "puesta en escena que tanto ha tratado de evitar". Y va a más al asegurar que "la grieta que le separa de su cuñada es insalvable". "Los desencuentros públicos y privados han sido numerosos y eso no hay quien lo arregle", ha sentenciado en nuestras páginas. 

Es un misterio si en poco más de dos semanas este cónclave Borbón se repita en Atenas. El próximo 28 de septiembre tendrá lugar la boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar, un enlace al que están todos invitados y podría propiciar esa imagen de unión tan esperada por todos. La reconciliación pública de Letizia y Cristina, cada vez más cerca.