Solo unas horas después de que la princesa Leonor atracara en el puerto de Montevideo (Uruguay) a bordo del Juan Sebastián Elcano, los reyes Felipe (57 años) y Letizia (52 años) reaparecían en Ifema con motivo de la inauguración de la 44º edición de ARCOmadrid. Una cita anual con el arte que, por primera vez, han acudido por la tarde por problemas de agenda. Y es que esta mañana don Felipe tenía un compromiso profesional en la Academia de Infantería de Toledo.
De vuelta en Madrid, los reyes llegaban entorno a las 18.00 horas envueltos en una enorme expectación. La pareja real ha dado comienzo a la visita con un breve homenaje a la emblemática galerista coleccionista Helga de Alvear, fallecida el pasado mes de febrero. Después, ha dado comienzo su periplo por las diferentes salas de una exposición que cuenta con la participación de 205 galerías de 36 países diferentes.
La presencia de los reyes en ARCO no es baladí. Al margen de su apoyo evidente al arte, desde hace años se ha convertido en un escaparate en el que la Reina nos deleita con estilismos arriesgados y en tendencia. Sin obviar el look de inspiración masculina con el que nos sorprendió ayer en Oviedo, hoy ha recurrido a una opción ideal para aportar estilo en esos días grises en los que la lluvia no cesa.
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Letizia ha aparecido con una llamativa chaqueta de cuero rojo de la firma Mango que ha combinado con una camiseta negra de cuello redondo debajo. La consorte ha preferido lucir esta prenda, que cuesta 199,99 euros, desabrochada, transmitiendo una sensación de elegancia informal. En cuanto a la parte de abajo, ha optado por unos elegantes pantalones pitillo y unas bailarinas del mismo color terminadas en punta.
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En lo que se refiere a complementos, la reina ha brillado con unos sencillos aros de oro que combinaban a la perfección con las vibes del estilismo. El toque final lo daba un bolso estructurado de la marca Maison Admire que mezclaba una correa de material duro con un textil vegano más suave para el cuerpo en tonalidad borgoña.
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La agenda institucional de la pareja real continuará este jueves, 6 de marzo, con su presencia en el XXIII Concierto 'In Memoriam' Víctimas del Terrorismo, que tendrá lugar en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Mientras que don Felipe cerrará sus compromisos oficiales el viernes en Segovia, doña Letizia lo ha extendido hasta el domingo, fecha en la que se celebra la Final de la Copa de la Reina de Waterpolo.
La compañía que la reina Letizia echará en falta en su inminente visita a Mallorca
Será el próximo domingo, 9 de marzo, cuando doña Letizia viaje a Palma con motivo de la celebración de la Final de la Copa de la Reina de Waterpolo, una cita deportiva en la que echará mucho de menos a la infanta Sofía.
A diferencia de Leonor, de Sofía siempre se ha dicho que es una apasionada del deporte, concretamente del fútbol, de ahí que cada vez que ha tenido la oportunidad haya acompañado a sus padres a algunos actos que han tenido que ver con este deporte. Es imposible olvidar su viaje a Australia con la Reina para ser testigo de la victoria del primer mundial de la Selección femenina de fútbol o, más recientemente, cuando acompañó a Felipe VI a la Final de la Copa del Rey.
Lamentablemente, esta vez no será así. La hija pequeña de los reyes está haciendo frente a la recta final de su estancia en el UWC Atlantic College de Gales. Será el próximo mes de mayo cuando consiga graduarse en Bachillerato Internacional, y entonces dará comienzo un futuro que tiene frente a sí infinidad de oportunidades.
Todavía es un misterio si la joven seguirá los pasos de Leonor en los que respecta a su formación militar, disfrutará de un año sabático en el extranjero como ha hecho su prima Irene o, en cambio, dará comienzo a alguna carrera universitaria.
La complicidad de Felipe y Letizia durante el 'doctor honoris causa'
Hace unos días, Felipe VI vivió un momento muy especial al ser investido Doctors Honoris Causa por la Universidad de Alcalá. El centro educativo decidió otorgar al monarca este reconocimiento "por su estrecha vinculación con el centro y su compromiso con los derechos humanos, la cultura o la investigación". Cabe recordar que es en esta universidad donde el padre de la infanta Sofía hace entrega del premio Cervantes.
Quizá por ser un compromiso más cercano al corazón del rey, la complicidad entre él y Letizia fue evidente desde el primer momento. La pareja real llegó muy sonriente y conversadora. Felipe lucía una toga negra, pajarita blanca y un cuello universitario rojo satén que representa los estudios en Ciencias Jurídicas. Al ser investido, se le facilitó un llamativo sombrero.
La reina, muy orgullosa, no dejo de comentarle cosas al monarca y ambos se rieron en varias ocasiones. De hecho, quizá el momento más relevante fue cuando Letizia se levanto para aplaudir a su marido al ser "coronado" con este reconocimiento.