Tras tres años de parón, provocados inicialmente por las restricciones por el Covid, el madrileño Rastrillo de Nuevo Futuro vuelve a abrir sus puertas. Es considerado como el inicio de las fiestas navideñas en la capital, pero también es una de las citas favoritas de la reina Sofía (85 años). No se ha perdido ni una sola de las ediciones de esta cita solidaria que antes organizaba su cuñada, la fallecida Infanta Pilar, presidenta de Nuevo Futuro.
La última vez que se celebró el Rastrillo de Nuevo Futuro fue en 2019. La reina Sofía acudió, y lo hizo acompañada de la reina Letizia (50 años), quien ha sido la gran ausencia del día de hoy. Uno que ha sido especialmente destacable ya que el papel de Sofía ha tenido un carácter muy especial, ya que por primera vez ha sido la encargada de inaugurarlo. Hace ya cuatro años, se les vio con una actitud cercana mientras recorrían los decenas puestos en los que se podía encontrar todo tipo de artículos.
La reina Sofía ha inaugurado por primera vez el Rastrillo de Nuevo Futuro, una de sus citas favoritas. Lo ha hecho en el que es su 55 aniversario. Se trata de una cita con una larga tradición. La ONG beneficiaria del evento fue fundada en 1968 por la asturiana Carmen Herrero Garralda, cuya familia era propietaria del banco Herrero. A día de hoy, la organización cuenta hoy con más de cien hogares de acogida repartidos por el mundo en los que se ha dado cobijo a unos 15.000 niños.
En esta ocasión, el rastrillo está ubicado en la Galería de Cristal del palacio de Cibeles, espacio que ha sido cedido por el Ayuntamiento de Madrid. Además, su duración será más breve de lo habitual. Estará abierto al público solo tres días, de viernes 17 a domingo 19, de 11 a 22 horas, en lugar de la semana que antes solía durar.
Tras inaugurar la almoneda solidaria, la reina Sofía se ha dado un paseo para ver los 44 puestos que componen el mercadillo este año. Justo después, estaba previsto que la madre de Don Felipe almorzara en el bar Puerta del Sol junto a su sobrina Simoneta Gómez-Acebo, Ágatha Ruiz de la Prada y Pina Sánchez, actual presidenta de la ONG. Han degustado un menú donado por Sandro Silva, dueño del grupo de restauración El Paraguas, compuesto por crema de calabaza, lasaña de verdura y tarta rosita, la especialidad de la casa.
El rey Felipe aprovecha la ausencia de la Letizia
La reina Letizia (50 años) es una gran impulsora de la alimentación saludable en la Casa Real. Se implica en la planificación de los menús diarios de Zarzuela para que todos los miembros de la familia real tengan una dieta equilibrada que les permita afrontar los diferentes compromisos diarios. Aunque desde el palacio no han querido hacer declaraciones al respecto, todo apunta a que la consorte y su marido seguirían la dieta Perricone. Sin embargo, y aprovechando la ausencia de Letizia, el rey Felipe disfruta sus salidas para comer lo que le apetece.
El pasado 4 de noviembre es un ejemplo de ello. El rey Felipe acudió a una comida de unas cuarenta personas en el conocido restaurante madrileño Più Di Prima, especializado en comida italiana. Allí, el padre de la princesa de Asturias se fotografió con el personal del establecimiento, imagen que el espacio colgó en sus redes sociales junto a una dedicatoria: "Un honor inigualable tener la distinguida visita de su majestad el rey en Più di Prima. Nos sentimos profundamente agradecidos, será una velada única que quedará grabada en nuestra historia con el sello real de aprobación".
El rey Felipe y el resto de los comensales comieron, según apunta '¡Hola!', 'vitello tonnato', una receta típica de Piamonte hecha con carne de vacuno y una salsa, un plato fusión con anchoas de Santoña, foccacia y burrata. De segundo, el canelón de la Nona, hecho con rabo de toro y de postre, tiramisú. Lo maridaron con vino italiano y chupitos de pacharán Baines. "El que le gusta al rey", apuntan desde el establecimiento.