En 2020, la revista Forbes situaba a la cabeza de las mujeres más influyentes del año a la reina Letizia. No había duda alguna. Admirada, seguida y, por qué no, cuestionada en muchas de sus decisiones, Letizia es el centro de la atención. La Corona se sustenta sobre sus hombros, tal y como contaba la periodista Pilar Eyre para Lecturas. Letizia es el máximo valor que actualmente tiene la monarquía y esto, como no, traspasa fronteras. Entre las ‘royals’ con más tirón, Letizia se ha situado en una posición ventajosa. Y este fenómeno no hace más que crecer.
El cincuenta cumpleaños de la reina Letizia hizo que todas las miradas se situasen sobre la esposa de Felipe VI. Y eso que el reciente fallecimiento de la reina Isabel II marcó la actualidad de la realeza durante semanas. Letizia cumplía medio siglo y lo hacía mucho más en forma que nunca. Sus elecciones, sus causas, sus apariciones son la noticia. Cada gesto de la reina es analizado al detalle, cada palabra, cada comparecencia. Letizia vende y esto no cambia. La influencia de la reina se aprecia a nivel comercial -cada prensa que elige se agota- y marca la agencia de Casa Real. Todo el mundo quiere ver a Letizia.
La revista francesa 'Point de vue' dedicaba un especial a la reina Letizia con motivo de su cincuenta cumpleaños. La prensa extranjera glosa su elegancia, su saber estar y su profesionalidad. Letizia despierta admiración por mucho que, a veces, cueste apreciarlo desde dentro de las fronteras. Su hermetismo, el recelo con el que guarda la intimidad de sus hijas y sus complicadas relaciones con los miembros más díscolos de la familia del rey hacen que Letizia siempre esté en el disparadero. Ver los inconvenientes siempre es más sencillo que ver las ventajas.
Letizia arrasa en la prensa extranjera
No es la primera vez que las principales cabeceras del mundo dedican sus páginas a la reina Letizia. Mucho menos desde la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. El papel de Letizia como anfitriona de las parejas de los mandatarios y mandatarias recibió todos los aplausos posibles. La reina volvía a ser el mejor valuarte del país. Profesional, entregada y sin salirse de su papel, la reina departía con las principales figuras mundial y se convertía en casi íntima de Jill Biden. La primera dama de Estados Unidos pedía expresamente conocerla y desde entonces, guardan una relación cercana.
La repercusión de Letizia rivaliza con la que consigue Charlene de Mónaco o Máxima de Holanda. Cada aparición de las ‘royals’ más buscadas paraliza la actualidad -aunque cada una, eso sí, por motivos muy distintos-. “Ha conseguido que la prensa se rinda a sus pies y cada día los elogios son mayores en una espiral ascendente que no sabemos cuándo alcanzará su techo”, escribía Pilar Eyre en Lecturas tras las vacaciones de verano de la reina. “Letizia se ha convertido en la pieza esencial, en la imagen más visible de la familia real”.