Lleva solo una semana en la Escuela Naval de Marín y la princesa Leonor (18 años) se ha adaptado a las mil maravillas a su nueva vida en Galicia. Al margen de la férrea rutina a la que está haciendo frente en la Armada junto al resto de sus compañeros guardamarinas, la hija mayor de los reyes también ha tenido tiempo para el ocio y la distracción.
Hace solo unos días, Leonor era vista paseando por el puerto de Meira (Moraña) junto a algunos de sus nuevos compañeros, una jornada turística para conocer los alrededores de la que será su nueva casa los próximos meses. Tal y como es tradición entre los alumnos de Marín, la primera parada fue la Tapería Bocatería D'Elvi donde comieron calamares, tortilla y croquetas, tal y como publicó 'El Faro de Vigo'.
Después de cenar llegó el momento de conocer algunos de los locales de moda de la localidad. Ataviada con un look informal y juvenil compuesto por top blanco y vaqueros, los testigos que pudieron verla de cerca aseguran que se mostró muy participativa e integrada con su grupo de amigos. Tanto, que su salida nocturna se alargó hasta las 5 de la madrugada.
En plena madrugada, todo el grupo hizo un parón antes de volver a la escuela para recargar fuerzas. Entraron en un local 24 horas situado en el centro de Pontevedra para comprar algo de comer antes de dormir. Pero, ¿qué fue lo que compró?
Tal y como ha confesado uno de los empleados del establecimiento a la cadena Cope, la princesa de Asturias se pidió una especie de panini. Un tipo de tosta con tomate, orégano, queso fundido, bacon... muy similar a una pizza pero horneada con pan normal. Sin duda, una alternativa muy sabrosa aunque alejada por completo de la comida sana a la que está acostumbrada en casa.
Desde que Leonor abandonara el Palacio de la Zarzuela el abanico de opciones gastronómicas se abría frente a ella. No obstante, haber tenido una educación basada en la comida sana y el deporte no le priva de darse algún que otro capricho de vez en cuando. Sobre todo cuando sale con sus amigos. No podemos olvidar cuando el año pasado celebró su cumpleaños en una hamburguesería de Zaragoza o cuando fue pillada en un restaurante asturiano en el centro de Madrid.
Cabe recordar que el día a día en la Escuela Naval de Marín en cuanto a comida es muy estricto. Desayuno tipo buffet en los que no falta la fruta, el huevo y la fibra, una comida a la carta con menú cerrado y servicio en mesa y una cena también tipo buffet donde encuentran una amplia variedad de opciones siempre con la carne o el pescado como plato principal.
El incómodo momento que está obligada a revivir cada día la infanta Leonor
Aunque Leonor no conoce otro tipo de vida, lo cierto es que a sus nuevos compañeros les choca la 'realidad' con la que tiene que vivir la heredera al trono. Según contó Miguel, trabajador del local 24 horas, a la cadena Cope antes de que la princesa de Asturias pudiera acceder al establecimiento, un grupo de escoltas inspeccionaron previamente el local para asegurarse de que todo estaba en orden. Un protocolo de seguridad que se repite continuamente y que provoca cierta incomodidad no solo en la hija de los reyes sino también entre sus acompañantes que no pueden moverse con libertad.
Después de comprar su panini, Leonor y el resto de guardamarinas disfrutaron de su comida a las puertas del establecimiento y tal y como reconoció el trabajador que la atendió, eso atrajo la atención de algunos curiosos que intentaron inmortalizar el momento sin éxito ya que los escoltas se lo prohibieron de manera determinante.
En un universo digital 2.0 en el que cualquier persona tiene un móvil preparado para grabar, es complicado para Leonor disfrutar de su juventud sin miedo a ser inmortalizada en una actitud indiscreta. Pasó hace unos días en la Feria de Málaga y se repetirá continuamente. Algo que, al mismo tiempo, nos permite conocer una versión más natural y distendida de la heredera al trono.