"Hace diez años que soy presidenta de honor de la Fundación Princesa de Asturias [...] En esta década, me he sentido muy cerca de los valores que impulsa la fundación". Con estas palabras, la princesa Leonor (18 años) ha empezado su discurso en los Premios Princesa de Asturias. Un momento donde, más que nunca, todos los ojos se han posado en ella. Con un traje azul marino de estilo masculino y un moño bajo muy elegante, la futura reina se ha dispuesto a emitir unas palabras sobre los galardonados y su papel como princesa.
Después de saludar a las autoridades y dar las gracias al equipo que organiza este evento, Leonor ha querido hacer referencia a la tierra en la que se encontraban. "En Asturias, en Oviedo, cada año vivir junto a todos vosotros el entusiasme que se vive estos días es impresionante", ha elogiado antes de continuar. "Hace que nos sintamos queridos y acogidos en esta tierra a la que me unen, como saben, no solo un título y todo lo que entraña, sino que es la tierra de mi familia materna. Es una tierra en la que, como dije ayer, soy muy feliz", ha afirmado.
Era en este momento cuando, sin poder evitarlo, la reina Letizia adquiría una expresión de orgullo y sus ojos se tornaban vidriosos. A su lado, el rey ha sonreído con admiración a su primogénita, también muy ilusionado de verla en su papel. Pero si ha habido alguien que no ha podido ocultar dicha emoción ha sido Paloma Rocasolano.
La madre de Letizia, que ha llegado una hora antes que la familia real, no podía evitar hacer un puchero y mirar con lágrimas a punto de derramarse a su nieta. No es de extrañar, ya que Paloma solo deja su blindada vida en Murcia por estos premios. Una forma de dar apoyo a su hija, yerno y nietas, pero sin renunciar a su vida privada.
¡Y aún más! Hay otra persona a la que Leonor ha impresionado. Ni más ni menos que Joan Manuel Serrat. "Pels voltants de setembre, abans que arribi el fred, compren el seu bitllet pel tren de l'esperança. Este verso lo compuso Joan Manuel Serrat hace 60 años. Está en la canción Els veremadors (Los vendimiadores), escrita en catalán y un homenaje a aquellos que se veían obligados a dejar su hogar para ir a vendimiar lejos de casa", ha citado la princesa. La cámara enfocaba entonces al cantante que reía, emocionado, mientras se tapaba la boca con una temblorosa mano.
El discurso más poético y esperanzador de la princesa Leonor
Con este inicio, Leonor dejaba claro que este discurso iba a ser más poético y diferente que los anteriores, citando versos de canciones de Serrat y elogiando la intención de los galardonados de apostar siempre por la esperanza y la vida. "Lo cito ahora porque me gusta pensar que las personas extraordinarias que hoy os sentáis en este escenario del teatro Campoamor ofrecéis con vuestra obra que hoy premiamos la emoción contraria al escepticismo o al desánimo: la emoción de la esperanza", ha pronunciado.
A continuación, la infanta Sofía ha continuado elogiando, uno a uno, a todos los premiados. Ha aplaudido la poesía de Ana Blandiana y su "grito de esperanza" a través de sus letras, algo que la conectaba a otra de las premiadas, Marjane Satrapi, la cineasta, historietista y pintora francoiraní Marjane Satrapi. "En su obra más conocida, 'Persépolis', narra una infancia y adolescencia de represión en su Irán natal. Satrapi expone en sus creaciones las condiciones que vivió en aquellos años con su imponente talento para plasmar la búsqueda de un mundo más justo e integrador", ha dicho.
Y no se ha detenido aquí. "Esa conexión, esa forma de sentir que nos une y nos da conciencia de humanidad, es lo que la agencia Magnum proyecta con su labor de casi ocho décadas", ha alabado, refiriéndose a los ganadores en la categoría de Concordia. "Ante el tumulto de imágenes, esta agencia fotográfica pionera captura el momento clave y nos entrega evidencias para la compresión del mundo, lo que nos debería dar la esperanza de poder acercarnos a la concordia. Porque a menudo no es fácil entender lo que sucede", ha seguido.
También ha hecho referencia a su propia vivencia como adolescente al hablar de Carolina Marín que "lo ha ganado todo y en todo ha sido ejemplar". Tras dar valor a su gran esfuerzo y dedicación al bádminton, ha asegurado que "lo más relevante es que el valor no está solo en las medallas -incluso de oro-, sino que es la actitud ante la adversidad y ante el triunfo lo que define a una gran deportista. Ella dice eso de que 'puedo porque pienso que puedo'. Y les aseguro que, para quienes estamos a punto de abandonar la adolescencia, son palabras muy valiosas", ha dicho.
Para ir concluyendo, Leonor ha vuelto a insistir en esa esperanza que puede mover mundos y acciones. "Si estamos aquí es porque lo que nuestros premiados proyectan es el valor necesario para vencer el desánimo y la desesperanza", ha dicho antes de parafrasear la que sería su parte final: "Vuelvo en este punto a Joan Manuel Serrat, porque este músico y poeta del Poble Sec es mucho más que un referente artístico para varias generaciones a las que ha hecho felices. También ha mostrado su compromiso con la democracia y la tolerancia".
Y para terminar, la parte más emotiva y con la que todos los presentes han conectado: "He escuchado estos días muchas canciones suyas. Y he leído con atención sus letras. Serrat se declara partidario 'de vivir porque, de vez en cuando, la vida afina con el pincel; se nos eriza la piel y faltan palabras para nombrar lo que ofrece a los que saben usarla'. Ojalá todos, hoy, aquí, desde el teatro Campoamor, encontremos motivos y oportunidades y compremos ese billete para el tren de la esperanza".
Cuando creíamos que eso era todo, ha sorprendido con una cita final: "Y claro, ya saben, 'pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día y mañana, también'", ha terminado. Un discurso que sigue la estela de lo que ya llevamos viendo desde hace un tiempo: la princesa Leonor camina con paso fuerte hacia su futuro y, sobre todo, con su propia forma de ver la vida.