Kate Middleton (41 años) vuelve a ser protagonista en uno de los días más importantes de su suegro, Carlos III (74 años). La princesa de Gales sabe como conquistar los corazones de los ciudadanos y son muchos los escoceses que se han acercado a las calles por las que iban caminando el soberano y el resto de la Familia Real que lo ha acompañado a la catedral de St. Giles en Edimburgo.
El príncipe Guillermo (41 años) y Kate Middleton han sido gratamente recibidos por los ciudadanos y no han dudado en saludar mientras acompañaban a Carlos III y a Camilla durante el camino que lleva desde el palacio de Holyroodhouse a la catedral de Edimburgo. Un tramo harán tanto a la ida como a la vuelta.
Kate Middleton, una princesa de Gales modélica
La evolución de Kate Middleton dentro de la monarquía ha sido impresionante y más desde que la joven royal ha ocupado el cargo de princesa de Gales. Desde septiembre se ha podido ver cómo ha ido evolucionando y adquiriendo más protagonismo en solitario. En los últimos meses Middleton ha estado visitando muchos proyectos en los que los protagonistas son los niños o temas relacionados con la infancia, el deporte o la salud mental.
En esta ocasión, Kate Middleton ha recuperado su abrigo vestido color azul cobalto con un tocado del mismo tono, aunque con algunas diferencias del que lució hace unos meses. El vestido, de Catherine Walker, es el mismo que usó para la misa de Pascua este mismo año, azul cobalto con solapas en contraste, grandes botones y bolsillos, y silueta entallada. Kate no ha querido estrenar ningún vestido la ocasión ya que se trata de una ceremonia más sencilla que la coronación anterior.
La única diferencia entre la misa de Pascua y la coronación de Carlos III es que Kate ha preferido lucir un recogido muy elaborado, en cambio para la celebración religiosa del pasado mes de abril fue optó por llevar el pelo semi recogido. El tocado es de Philip Treacy.
La última vez que la royal apareció en público lo hizo con un vestido de largo midi en tono rosa, de la firma Beulah London , el cuál estrenó hace dos años en Wimbledon. El armario de la princesa de Gales es muy amplio y aunque muchos critiquen que la esposa del príncipe Guillermo gaste demasiado dinero en su vestuario, Kate elige sabiamente qué ponerse en cada ocasión, por eso compite con otras royals como Letizia o Rania de Jordania por el puesto de la mejor vestida.
Kate Middleton acude a la segunda coronación
Una coronación es un hecho histórico y Kate Middleton ha tenido la oportunidad de en apenas dos meses vivir dos de ellas. La primera fue el 6 de mayo, a la que acudieron tanto ella como su esposo y sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis. Todos destacaron y deslumbraron con sus estilismos a los miles de personas que estaban pendientes de la ceremonia.
En esta ocasión, a Escocia solo han viajado los príncipes de Gales. Al ser una ceremonia mucho más íntima, Kate y Guillermo han preferido que sus hijos se queden en Adelaide Cottage para no interrumpir su rutina de verano, en lugar de viajar con ellos hasta Edimburgo para un acto que durará apenas unas horas.
Los duques de Rothesay han estado presentes en el momento en el que Carlos III ha recibido la corona, el cetro y la espada de Estado, de la misma manera que lo recibió su madre hace 70 años. A diferencia de su madre, Carlos sí que portará las joyas y la corona que se le otorgue.
La corona de Escocia tiene una gran relevancia y es una de las grandes joyas que se conservan del siglo XVI, se confeccionó para Jaime V de Escocia en el siglo XVI y a día de hoy se sigue utilizando en la ceremonia de apertura del parlamento escocés.
Una vez finalizado todo ha tenido lugar los 21 cañonazos que muestran la alegría del pueblo escocés por tener al rey de Inglaterra en sus tierras. No sería de extrañar que este fuera uno de los últimos compromisos oficiales al que asistan Kate y Guillermo, se espera que los royals disfruten de varios días de vacaciones junto a sus tres hijos.
Es probable que viajen a Anmer Hall, en Norfolk, donde suelen pasar todos los veranos, e incluso no sería extraño que aprovechasen también para hacer una pequeña escapada al distrito de los lagos o las islas Sorlingas.