Tras su aparición estelar en los Premios Bafta, Kate Middleton (41 años) ha seguido adelante con sus compromisos institucionales ajena a la polémica sobre su matrimonio y la supuesta infidelidad de Guillermo. Aparentemente tranquila, la princesa de Gales ha lucido su mejor sonrisa en su visita al centenario hogar de la tercera edad 'Oxford House en Slough', donde la joven ha sacado a relucir su faceta más cariñosa y cercana con los más mayores.
Considerada una de las royals mejor vestidas del mundo (con permiso de la reina Letizia), Kate ha apostado por una combinación cómoda e infalible para nuestros looks de oficina, y que destaca por la mezcla ganadora del camel y el azul marino, un must have cada invierno. La princesa de Gales recurrió a un mix de básicos elegante, que nunca pasa de moda formado por jersey de cuello cisne y pantalón de campana a juego de Roland Mouret, al que ha incluido un sencillo cinturón de piel con hebilla dorada.
La pieza estrella del estilismo es un abrigo de paño en color camel. Un modelo de amplias solapas de Max&Co que estrenó el pasado mes de noviembre y que se ha convertido en uno de sus favoritos por su comodidad y sofisticación. Pero ha sido su coqueto bolso, lo que ha elevado este estilismo a lo más alto, una pieza que se estrena en su vestidor y con el que ha hecho un guiño a nuestro país.
Kate Middleton le sonríe a la polémica
Cuando se trata de piezas made in Spain, Kate no solo recurre a Zara, una de sus grandes favoritas. Esta vez, tal y como detalla Vanity Fair ha estrenado este diseño mini en color azul marino de Polène Paris. Sin embargo, cabe destacar que esta firma cuenta con parte de su fabricación en España, concretamente a cargo de los artesanos de Ubrique (Cádiz), especializados en la creación de artículos de piel.
Ni rastro de la supuesta infidelidad de Guillermo a Kate Middleton
El pasado fin de semana saltaba a la luz el escándalo: ¿Ha sido el príncipe Guillermo infiel a Kate Middleton? La noticia no tardaba en dar la vuelta al mundo, pero de un día a otro toda la información se esfumaba de los medios británicos como por arte de magia bajo la sombra del veto. Esta omisión ha colocado el foco en la Casa Real, quien habría movido ficha para silenciar una supuesta deslealtad que afecta de manera inevitable a la imagen pública de los príncipes de Gales.
Son muchas las teorías que circulan al respecto, pero la que cobra más fuerza es la "super-injunction". Se trata de una especie de ley que permite a las diferentes instituciones y personas más poderosas del país silenciar a los medios de comunicación.