El príncipe Harry (37 años) se ha convertido en el protagonista indiscutible de la semana en Reino Unido. El duque de Sussex volvía a Londres con motivo de la celebración del juicio en contra de la prensa británica. Esta vez ha sido él, en primera persona, quien ha relatado ante el juez la cantidad de mentiras que a lo largo de los años han publicado los tabloides sobre él y su familia.
Consciente de que un nuevo escándalo vuelve a salpicar a la familia real, desde la institución tenían preparado un contrapunto con nombre y apellido: Kate Middleton (41 años). Ha sido la princesa de Gales quien multiplicaba su agenda institucional para "eclipsar" de alguna forma el alboroto.
Si bien este martes la veíamos disfrutando de una cita informal en la localidad de Berkshire donde no dudaba en tirarse al suelo para jugar con los más pequeños, hoy sorprendía a todos con su versión más deportiva. Como presidenta de la Unión de Rugby, Kate se ha reunido con los jugadores para hablar sobre la campaña 'Shaping Us' (Moldéanos) un activo que busca crear conciencia sobre la importancia prestar atención al crecimiento de los más pequeños. "La forma en que nos desarrollamos, a través de nuestras experiencias, relaciones y entorno durante nuestra primera infancia, moldea fundamentalmente toda nuestra vida", declaraba la princesa muy volcada en este tipo de iniciativas. Tras la charla, la princesa de Gales no dudó en saltar al césped para jugar un partido de rugby presumiendo de un fondo físico muy bueno.
Para la ocasión, Kate recurrió a un cómodo look deportivo compuesto por una camiseta de manga corta azul turquesa que combinó con un pantalón holgado oscuro y sneakers blancas. La mujer del príncipe Guillermo se recogió su larga cabellera en una práctica coleta que dejaba al descubierto su rostro.
Al mismo tiempo que Kate Middleton ha multiplicado sus apariciones públicas como contrapunto a la polémica estancia de Harry en Londres, no hay ni rastro de Guillermo ni mucho menos de Carlos III, quizás para evitar las preguntas incómodas.
Kate Middleton se ha convertido en el activo más importante de la corona británica, y de eso no cabe duda. Su popularidad y el poder de su imagen pública es tal que ni siquiera las recientes polémicas que afectaban directamente a su matrimonio con el príncipe Guillermo le han afectado lo más mínimo. Su popularidad sube como la espuma muy por encima de su marido y su suegro.
El príncipe Harry contra las cuerdas en el juicio contra la prensa británica
Harry cuenta con un apoyo mínimo. A lo largo del juicio, el marido de Meghan Markle tendrá que demostrar que las acusaciones de espionaje y escuchas ilegales a las que él ha hecho referencia son ciertas.
En su declaración, el duque de Sussex afirmaba que los artículos que se han escrito a lo largo de estos años han tenido "un papel importante y destructivo en mi crecimiento". Y es que tal y como él ha asegurado, "se inmiscuyeron en mi infancia, adolescencia y edad adulta". Esto le llevó a crecer con el temor de que le expulsaran de la familia real, su familia.
Durante su intervención, Harry ha asegurado que la prensa ha afectado a todas y cada una de las relaciones que ha tenido a lo largo de su vida, no solo a nivel familiar sino también en lo que respecta a sus amigos y parejas. Además, no dudaba en sacar a relucir a su madre, y es que bajo su punto de vista está sufriendo la misma persecución por parte de los medios. "¿Cuánta sangre más manchará sus dedos antes de que alguien pueda poner fin a esta locura?", sentenciaba.