Jordi González destapa el plan de Bárbara Rey para hacer pública su relación con el rey Juan Carlos

La historia continúa. Dos semanas después de la publicación de las fotos y de los primeros audios del rey Juan Carlos (86 años) con Bárbara Rey (74 años), la polémica sigue adelante. El pasado viernes 11 de octubre salieron unas nuevas conversaciones, concretamente de la exvedette con una persona cercana al emérito hablando de todo el dinero que se le había ingresado. Unas palabras que ya se han interpretado como una confirmación del millonario chantaje del que siempre se ha hablado.

Precisamente sobre este tema han hablado en 'D Corazón', donde Jordi González ha destapado la manera en que Bárbara Rey habría empezado a tejer el plan para dar a conocer su relación con el padre de Felipe VI (56 años). Según el presentador, "ella empezó a contar su relación con el rey a varias amigas y detrás de cámaras, sabiendo que no se podía contar nada", ha comenzado.

Poco a poco, los datos que iba dando a dichas amigas empezaron a saberse en los círculos de los personajes del panorama social. Y esto, a su vez, " provocaba que los periodistas le hicieran preguntas en las que se la relacionaba con el rey". Una vez la habían cuestionado sobre ese supuesto noviazgo, Bárbara "hacía llegar a Casa Real el mensaje de 'cuidado' que la prensa lo sabe y si me pasa algo sabrán donde mirar", ha dicho Jordi, dando su versión sobre la estrategia de la madre de Sofía Cristo.

Los nombres de las amantes más famosas del rey Juan Carlos

Estos nuevos audios en los que se abarca la cuestión económica entre el rey Juan Carlos y Bárbara Rey han salido a la luz la misma semana que la revista Lecturas publicaba, en exclusiva, algunos de los nombres de las famosas que habrían tenido un affaire con el emérito. Una de las más impactantes fue Raffaella Carrà, tal como informaron Luis Pliego, director de Lecturas, y Pilar Eyre, escritora y experta real, en 'Tarde AR'. 

"Hay bastantes nombres. Algunos evidentes y otros con pistas que puedes sacar tus conclusiones", empezaba Pliego. Justo después, Eyre contaba cómo descubrió el romance del abuelo de la princesa Leonor con la icónica cantante. "Me enteré por una colega de profesión durante una Nochebuena. El rey daba mensajes con cosas que llevaba encima. Por ejemplo, cuando Bárbara le regalo el Rolex, él se ponía el Rolex para decir 'me acuerdo de ti", contextualizaba Pilar.

Precisamente aquel 24 de diciembre, "él llevaba una corbata amarilla de Hermes y Rafaella le dijo a mi amiga: 'Esa corbata que lleva Juan Carlos se la he regalado yo'", afirmaba.  Aquí, Luis quiso añadir más detales, como que "se encontraban en el Eurobuilding en un apartamento que tenía ella. Se encontraban también en el palco del Real Madrid. También tenían un apartamento en el que se veían cerca de ese restaurante italiano en Madrid".

Pero Raffaella no habría sido la única. En esa lista de nombres estaría también el de Sara Montiel, algo que ya se intuía por la frase que escribió en su libro de memorias. "En 1960 tuve, por fin, la ocasión de estar junto al príncipe. Fue en una cena que me dio el embajador de Estados Unidos", se podía leer. En aquel momento, don Juan Carlos aún no se había casado con la reina Sofía y seguía siendo el protegido de Franco.

Otro nombre muy impactante es... ¡Diana de Gales! Todo se remonta a la época en que la Casa Real española había reactivado sus relaciones con los Windsor durante la cual se llevaron a cabo viajes a Palma de Mallorca. Precisamente eran en esos momento cuando los rumores respecto Juan Carlos y Diana cobraban fuerza. Mientras las cámaras seguían de cerca a los pequeños, el emérito y Lady Di tonteaban. "Flirteó con Juan Carlos, pero inocentemente, como haría cualquier mujer. ¿Cómo no iba a hacerlo, si Carlos era como un cascote de hielo?", explicó Lady Collin, experta en Casas Reales.

Por aquel entonces, Diana se encontraba en un momento muy complicado por el constante abandono por parte de su marido, el ahora rey Carlos III. De hecho, el hijo de Isabel II llegó a dejarla sola en Marivent en varias ocasiones. Unos días muy solitarios en los que Diana habría aprovechado para  tomar el sol, salir a navegar y pasar tiempo con el monarca.