El palacio de Buckingham ha confirmado hoy la noticia que nunca habrían querido dar: el fallecimiento de Isabel II tras más de 70 años en el trono. La monarca ha dejado huérfanos a todos los ciudadanos de Reino Unido tras protagonizar uno de los reinados más largos de su historia. Un tiempo en el trono en el que estuvo acompañada por el duque de Edimburgo, con quien ahora descansará eternamente.
La historia de amor de Felipe de Edimburgo y la reina Isabel II de Inglaterra duró 74 años, hasta el triste fallecimiento del duque el 9 de junio de 2021, que dejó a la monarca completamente devastada, ya que se iba su máximo apoyoy el hombre que más la hizo reír.
Para entender su historia de amor hay que remontarse a la boda de la princesa Marina de Grecia y el príncipe Jorge en 1937. Ella tenía 7 años y el 13 la primera vez que se vieron. Después llegaría la reunión en el Britannia Royal Naval College en julio de 1939, cuando la entonces princesa, con tan solo 13 años, se enamoró del duque. Finalmente, la pareja pasó por el altar el 20 de noviembre de 1947 en la Abadía de Westminster ante la atenta mirada de más de 2.000 invitados llegados de todas las partes del mundo, a los que sumaron más de 200 millones de espectadores en todo el planeta.
Apenas un año después de su matrimonio llegaba a sus vidas el príncipe Carlos y, en agosto de 1950, nacía la princesa Ana. La pareja vivió entonces sus años más felices, pero todo cambió en 1952, cuando Isabel II tuvo que ascender al trono. Este momento erosionó su matrimonio, ya que el duque se vio obligado a renunciar a su carrera en la Marina. Además, la monarca se negó a renunciar al apellido Windsor, lo que abrió otro abismo entre ambos, resumida en la famosa frase del duque: “Soy el único hombre en el país al que no se le permite darles su nombre a sus hijos”.
Entre 1960 y 1963, la pareja amplió la familia con los príncipe Andrés y Eduardo, pero la pareja también tuvo que hacer frente a numerosas crisis, con rumores casi constantes de infidelidades que nunca se pudieron acreditar y legendarias meteduras de pata. El duque de Edimburgo fue siempre un hombre polémico y disfrutó de ello.
No obstante, ni los escándalos, desplantes públicas o posibles infidelidades pudieron nunca con la pareja real, que pasó por varias crisis, pero se mantuvo junta hasta el final. Es más, durante los últimos años de vida del duque muchos apuntan a que volvieron a recuperar su mejor relación, ya que ambos pasaron juntos la pandemia del coronavirus en el castillo de Windsor. Posteriormente, reina Isabel II tuvo que hacer frente a su pérdida y a unos últimos años de reinado en los que seguro lo ha echado mucho de menos.