La reina Isabel II ha tomado la decisión más complicada: suspender todos los actos de Navidad. Debido a la crisis sanitaria, la monarca ha optado por romper una tradición de 33 años y pasar las fiestas junto al duque de Edimburgo en el castillo de Windsor, en lugar de en Sandringham, como siempre había hecho.
Una decisión muy dolorosa que la reina Isabel II tomó después de consultarlo con los médicos y con el resto de la familia, incluido el duque de Edimburgo. Así, la monarca quiere “predicar con el ejemplo” en unas fiestas muy diferentes. “La reina es muy consciente de la necesidad de precaución durante la crisis y el periodo navideño no es diferente”, ha asegurado una fuente cercana al palacio de Buckingham a The Mirror.
“La reina y el duque tienen la suerte de pasar la navidad con su familia todos los años”, ha continuado, ante de añadir que tanto Isabel II como el duque de Edimburgo tienen la esperanza de “que las cosas vuelvan a la normalidad en 2021”.
Además, la pareja tiene planeado pasar mucho tiempo hablando por videollamada con otros miembros de la realeza. Aunque al principio de la crisis sanitaria llamó la atención cómo se manejaba la reina con las tecnologías, lo cierto es que parece estar totalmente acostumbrada a utilizarla para mantener el contacto con sus allegados.
Un cambio de planes que también ha afectado al príncipe Carlos y Camilla de Cornualles. La pareja ha decidido pasar la Navidad en Highgrove House, aunque sí que esperan poder tener la oportunidad de ver a la Reina y al duque de Edimburgo en el castillo de Windsor cumpliendo con todas las medidas de seguridad. La duquesa de Cornualles también quedará con su familia durante estas vacaciones muy atípicas para todos los miembros de la realeza.