Las atípicas navidades de Isabel II, marcadas por la distancia y la confesión de Meghan Markle

La reina Isabel II y el resto de los miembros de la familia real británica van a vivir unas fiestas muy diferentes

Redacción

Lecturas.com

Isabel II

Isabel II, el pasado 24 de diciembre de 2019

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No va a ser una Navidad fácil para Isabel II. Al igual que para el resto de los mortales, las fiestas de la monarca van a estar marcada por la crisis sanitaria y todas las medidas derivadas de ella. En concreto, el gobierno británico ha establecido que las familias solo puedan reunirse con otras dos unidades del 23 al 27 de diciembre, lo que va a provocar que la reina Isabel II no pueda reunir en Sandringham a sus hijos, nietos y biznietos.

Según el corresponsal real de The Daily Express, Richard Palmer, la reina ya “ha cancelado la asistencia a la iglesia para el tradicional servicio del día de Navidad de Santa María Magdalena”. Una decisión que se tomó, en parte, por el riesgo de contagio que existe ante la multitud que se reúne fuera de la iglesia.

Para proteger la salud de todos, se espera que este año los diferentes miembros de la familia real pasen la Navidad en sus propias residencias, en lugar de reunirse todos como viene siendo habitual. Por el momento, la Reina se encuentra en el castillo de Windsor junto al duque de Edimburgo y todavía no se sabe si se desplazará a Sandringham, donde siempre pasa estas fechas.

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La Reina Isabel II la pasada Navidad en Sandringham

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Junto a ellos, el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles podrían decidir guardar una cuarentena previa y pasar las celebraciones con la reina y el príncipe Felipe. Por su parte, todavía no está claro que harán Kate Middleton, el príncipe Guillermo y sus hijos. Según ha explicado una fuente cercana People, la pareja está “esperando escuchar las pautas del gobierno como todos los demás”, ya que las reglas son para todos. “Los niños extrañan a su bisabuela, pero son las mismas reglas para ellos que para todos”, ha explicado.

Las fiestas, además, van a estar marcada por la confesión de Meghan Markle. Tanto ella como el príncipe Harry y el pequeño Archie van a pasar la Navidad en su vivienda de California. Todo después de que la duquesa de Sussex reconociera en una carta enviada a The New York Times que había sufrido un aborto el pasado julio. Un duro suceso que habían decidido mantener en privado hasta estar completamente recuperados.

En su misiva, Meghan Markle también pedía a todos que se preocupen por los que tienen al lado durante el día de Acción de Gracias. Algo que seguro harán los miembros de la familia real británica en Navidad, aunque no se puedan reunir.