La reina Isabel II de Inglaterra vivió el pasado domingo 6 de febrero una fecha muy especial, al alcanzar sus 70 años en el trono. La actual soberana británica ha batido todos los récords y ha iniciado los actos de su Jubileo de Platino, que vivirá su momento cumbre el próximo junio, fecha en el que tradicionalmente se celebra su cumpleaños y que en esta ocasión será todavía más significativo.
Aunque siempre ha confesado que para ella el 6 de febrero es un día triste, ya que coincide con la muerte de su padre, el rey Jorge VI, la reina Isabel II decidió celebrar esta fiesta tan especial con una pequeña recepción en Sandringham. En ella, la monarca incluso partió una enorme tarta con un 70 en el centro, en conmemoración por los años que lleva ya en el trono.
La reina Isabel, frente al pastel que conmemora el 70 aniversario de su ascenso al trono.
Una aparición en el que la reina Isabel II quiso tener un bonito gesto con su difunto marido que pasó totalmente desapercibido. En la recepción, la monarca optó una vez más por apoyarse en un bastón, algo que ha venido haciendo en sus últimas apariciones públicas debido a sus achaques de salud. Sin embargo, en esta ocasión llevó un bastón muy especial, ya que fue el que durante tantas veces utilizó el duque de Edimburgo hasta su fallecimiento, del que el pasado abril se celebrará el primer aniversario.
Una significativa elección con la que Isabel II ha querido rendir homenaje al que fue su mayor apoyo durante los 70 años de su reinado. Cuando ascendió al trono con tan solo 25 años, la monarca ya tenía a su lado al duque de Edimburgo, que entonces se convirtió en el príncipe Felipe. Juntos hicieron frente a este complicado momentos y juntos se mantuvieron durante más de 69 años, hasta su triste fallecimiento el pasado 9 de abril.