Vaya verano más ajetreado está llevando Irene Urdangarin (18 años). Con su mayoría de edad, que celebró el pasado 5 de junio, y su próximo ingreso en la universidad, la hija menor de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin está disfrutando de sus primeros meses de independencia. Sabemos que, tras graduarse en Bachillerato en Ginebra, Irene ha vivido intensamente su último verano antes de comenzar sus estudios de hostelería en la escuela más prestigiosa de Suiza, en Lausana. A la ceremonia de graduación, recordemos, asistieron sus padres –aunque se sentaron bastante distanciados–, sus abuelos maternos, los reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, su abuela paterna, Claire Liebaert, y sus tres hermanos, Juan, Pablo y Miguel. Una reunión familiar como hacía tiempo que no se producía, primero por el autoexilio a Abu Dabi del rey Juan Carlos, y después por la ruptura matrimonial de Cristina e Iñaki.
Tras pasar por Marbella, Madrid, Barcelona y Bidart, en el País Vasco francés, Irene Urdangarin viajó hace unos días a Abu Dabi, según informa la periodista Silvia Taulés. Irene se ha desmarcado así de su familia y ha visitado a su abuelo, el rey emérito, que fijó su residencia en Abu Dabi en agosto de 2020. Desde entonces, Juan Carlos solo ha regresado a España en dos ocasiones, las dos para ir a las regatas de Sanxenxo con su amigo Pedro Campos. En su primer viaje, el emérito viajó también a Madrid para ver a su hijo, el rey Felipe, pero no parece que la conversación fuera muy amigable, pues no repitió esa visita este año cuando volvió a pisar tierras gallegas.
Tampoco Letizia y la infanta Sofía, que hicieron escala en los Emiratos de camino a Sídney, donde presenciaron el triunfo de nuestra selección femenina de fútbol en la Copa del Mundo, emplearon esa escala para rendir visita al anterior rey, pese a ser el abuelo de la infanta. Las relaciones entre la reina Letizia y el rey emérito no son en absoluto cordiales, como todo el mundo sabe.