La inteligente maniobra de la reina Letizia para saltarse la próxima reunión de los Borbones

El próximo 31 de agostos será un gran día para los amantes de los enlaces reales. Por un lado, tenemos la boda de Marta Luisa de Noruega, hija de los reyes Harald y Sonia, con el chamán Durek Verrett. Y, por otro lado, en nuestro país, Victoria López-Quesada, hija de Cristina de Borbón-Dos Sicilias y Pedro López-Quesada, entonará el “sí, quiero” junto a su prometido, Enrique Moreno de la Cova Ybarra. A lo largo de estos meses, este enlace ha recibido el título de ser una de las grandes bodas del año. Debido a la gran cercanía que la familia de la novia tiene con los reyes Felipe VI y Letizia, cabía la posibilidad de que volviéramos a ver a la reina asistiendo a una boda. Esta especulación sobre si los reyes de España iban a acudir a la boda se ha estado alimentado durante los últimos días; sin embargo, las nuevas informaciones que muestran desde la agenda real apuntan a que esto finalmente no va a ocurrir. La reina Letizia no se encontrará en nuestro país el día que Victoria López-Quesada y Enrique Moreno de la Cova Ybarra se casan.

Letizia estará fuera de España para la fecha de la boda

La reaparición por sorpresa de Felipe y Letizia del pasado jueves, donde los monarcas fueron captados disfrutando de una cena en la capital, no solo demostró la gran complicidad que derrochan, sino también indicaba una cosa: se acabaron las vacaciones. Tras unos días en Marivent, y unas vacaciones privadas, toca volver a las obligaciones y retomar agendas. Letizia ya tiene muy bien planificados sus siguientes actos y eventos públicos, que, curiosamente, coinciden con la fecha de la boda de Victoria López-Quesada. ¿Casualidad o maniobra?

Tal y como desvela la agenda de Casa Real, Felipe y Letizia pondrán rumbo a París el próximo 30 de agosto hasta el 2 de septiembre para estar junto a los deportistas españoles que participan en los Juegos Paralímpicos. Casa Real siempre ha mostrado su compromiso con el deporte paralímpico. Por el momento se desconoce cuáles son los actos a los que acudirán, pero si una cosa está clara, es que les será imposible asistir al enlace, que será un conclave borbónico en toda regla. Sin duda, una amarga noticia para la joven novia, quien tenía especial interés en que los monarcas pudieran asistir a la boda. Recordemos que Victoria fue una de las damas de honor en la boda de Felipe y Letizia, pero no solo eso, también fue la protagonista de una de las grandes anécdotas de aquel 22 de mayo de 2004, cuando Froilán le propinó la famosa patada.

Asimismo, los reyes Felipe y Letizia mantienen también una gran relación de amistad con los padres de la novia. En más de una ocasión, la reina ha sido vista junto a Cristina de Borbón-Dos Sicilias disfrutando de planes de ocio como ir al teatro. Además, la madre de Victoria fue uno de los principales apoyos que Letizia tuvo cuando llegó al seno de la Familia Real hace ya veinte años. Por otro lado, Pedro López-Quesada forma parte del círculo más cercano de Felipe, y ambos comparten una misma pasión: el esquí.

Una boda llena de 'royals'

Como decimos, el enlace será todo un desfile de rostros de la realeza. De la misma manera que nuestros monarcas han recibido la invitación, el rey Juan Carlos, la reina Sofía y las infantas Elena y Cristina también han sido invitados. La celebración se llevará a cabo en la finca de Soto Mozanaque, propiedad del duque de Alburquerque, tal y como adelanta la revista '¡Hola!', aunque en un primer momento se barajó la posibilidad de que se llevase a cabo en la finca familiar de La Toledana.

Soto Mozanaque es una increíble finca madrileña, ubicada en el municipio de Algete, que cuenta con varias salas pensadas para celebraciones de este calibre. Su aforo es de 200 invitados, pero su jardín llega a los 10.000 metros cuadrados. Y será ahí donde los enamorados celebren el banquete al aire libre.

El vestido de la novia

Como pasa en todos los enlaces, el vestido de la novia siempre es el que despierta el interés. Victoria ha recurrido a Lorenzo Caprile para conseguir el vestido que llevará en el día más feliz de su vida. El diseñador es un gran amigo de la familia, ya que fue él también quien hizo el vestido de novia de su madre. La joven ha optado por no reciclar y llevar un diseño que se acerque más a sus gustos. Aunque, tal y como dice la tradición, Victoria llevará algo prestado para su boda. 

La novia portará un velo de encaje antiguo que ha ido pasando de generación en generación. Fue la bisabuela de Victoria, la infanta Alicia de Borbón-Parma, quien lo llevó por primera vez. Una pieza con adornos florales que, sin duda, invadirá de recuerdos a la familia.