El inmenso tríplex de Jaime de Marichalar en plena Milla de Oro de Madrid, que heredarán sus hijos, Victoria Federica y Froilán, y del que él aún paga la hipoteca

Una joya inmobiliaria por la que Jaime de Marichalar se hipotecó después de su divorcio con la infanta Elena

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Conchi Álvarez de Cienfuegos

Redactora Jefe digital de Lecturas

Victoria Federica y Jaime de Marichalar
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Cuando ya no había que seguir disimulando, Elena de Borbón se instaló en un piso enorme que le regaló su padre, Juan Carlos I. Una vivienda situada en un barrio caro y tranquilo. De esos en los que las trabajadoras del hogar, uniformadas, pasean al teckel de la familia. Jaime de Marichalar hizo lo mismo. Su matrimonio se había acabado y él debía buscar otra vivienda. Eso sí, él no tuvo tanta suerte y se tuvo que hipotecar para conseguirla. 

En 2007, el divorcio entre Jaime de Marichalar y la infanta ya era una realidad que, a pesar de todo, aún necesitaba de eufemismos para hacerse pública. “Cese temporal de la convivencia”. 18 años más tarde, podemos confirmar que, de temporal, esto no ha tenido nada. Se fueron a vivir cerca, a barrios colindantes, aunque muy diferentes. Elena escogió el del Niño Jesús, apacible y familiar, y él, la Milla de Oro, plagada de tiendas, restaurantes y mucho lujo. 

Una casa comprada en 2005 y que terminará de pagar en 2035

Jaime de Marichalar tardó bastante tiempo hasta que dio con la opción perfecta para él. La ganadora fue un impresionante tríplex en pleno barrio de Salamanca, por el que pagó tres millones de euros, de ahí la necesidad de pedir una hipoteca al banco, como cualquier hijo de vecino.

Aunque, a decir verdad. ¿Quién posee una vivienda de 735 metros cuadrados, con biblioteca, piscina privada, terraza y salón con señorial chimenea? Nadie. No, Jaime de Marichalar no era cualquier hijo de vecino. 

Infanta Elena Jaime de Marichalar
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Él quiso comprar un espacio a la altura del estatus que había acariciado al lado de la primogénita de los reyes de España. Ahí era nada. Durante 12 años, él fue el yerno discreto, que no era el favorito, pero que tampoco molestaba. Siempre en un segundo plano, pero capaz de hacer brillar a su mujer gracias a su refinadísimo gusto para la belleza y la estética. 

Jaime de Marichalar
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El tríplex de Marichalar, en la Milla de Oro

El duque de Lugo se convirtió en una pieza clave para el lujo español y las marcas de renombre. A menudo se hicieron burlas con su estilo, protagonizado por sus pantalones de colores y sus accesorios llamativos. En él se daba cita toda la tradición del dandy británico, pasado por el filtro castellano. Y el resultado era único en el mundo, simplemente, el look Marichalar. Y esto fue de lo más apreciado por una industria que se nutre de lo único y lo exclusivo. 

Jaime era lujo, y el lujo era Jaime. Por lo tanto, no sorprende que escogiera uno de los barrios en los que el metro cuadrado resulta más caro. Lo hacía porque esta forma de vida se había convertido en su nuevo modus vivendi, porque sus amistades también vivían por la zona y porque las reuniones de trabajo a las que asistía, también se daban cita en el barrio. Por lo tanto, unir ocio y deber resultaba de lo más conveniente. No un mero capricho de alguien que busca destacar. Eso no lo necesitaba. 

Así se distribuyen las habitaciones en la magnífica casa de Jaime de Marichalar

En su impresionante tríplex, las plantas quedaron rápidamente diferenciadas. La primera está dedicada a la rutina del día a día, donde se halla el salón, la biblioteca, la cocina y la parte que se destina para las trabajadoras internas. La segunda planta es para el descanso. Allí se localizan 4 de los 5 dormitorios. De esos, dos son para sus hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. Desde 2007, la casa de papá nunca ha sido la casa familiar para los jóvenes, que se instalaron junto a su madre y solo pasaban los fines de semana o días sueltos junto a su padre. La vivienda de Niño Jesús siempre ha sido considerado por todos como el principal refugio. De hecho, la más pequeña de la familia aún vive en ella. 

Jaime de Marichalar y Victoria Federica
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Siguiendo con la espectacular casa de Marichalar, el plato fuerte de todo el tríplex se encuentra en el ‘penthouse’, donde se ubica una preciosa terraza con piscina privada y el dormitorio principal, para tener las mejores vistas de Madrid. Además, toda la vivienda ha sido decorada por una afamada interiorista, Rosa Bernal, que fue capaz de trasladar el dandismo castellano del exmarido de Elena a su piso de soltero. El resultado debió de ser impresionante. Todo aquel que ha visitado este domicilio queda impresionado con el estilo y el gusto del mismo. Pero, sobre todo, con el cuadro del propietario que, tal y como aseguró el periódico La Razón, está colgado en uno de los baños. 

Refugio para sus hijos y herencia final para estos

Él es dueño y señor de este ‘castillo’ urbano con hipoteca a 30 años, pero está encantado de recibir visita de sus hijos siempre que estos quieran. De momento, el único que se ha independizado es Felipe, que vive en Emiratos. Con Victoria han existido muchas teorías, pero ninguna se ha confirmado. Durante algún tiempo, mientras Vic, como pidió a Belén Esteban que la llamara, fue pareja del DJ Jorge Bárcenas, se dijo que esta se había mudado con él a un piso en la Castellana, pero lo cierto es que jamás se confirmó. La concursante de ‘El Desafío’ jamás ha hecho una mudanza fuera de casa de su madre, y menos para irse a vivir con un chico. 

Pese a lo que se ha llegado a publicar, Jaime de Marichalar no tiene ninguna intención ni de vender de alquilar. El asesor para marcas de lujo convertido en empresario de sastrería está enamorado de su casa, la gran joya de su patrimonio y que, tal y como contó El Mundo, será la herencia que le deje a sus dos vástagos. “Ni vendo, ni estoy interesado en vender, ni he mirado ninguna otra vivienda en la zona para mudarme. No dejaré una casa en la que estoy encantado y que será la herencia que dejaré a mis hijos”. Dicho queda. Y una herencia semejante, es mucho mejor que cualquier activo ‘royal’. Los Marichalar lo saben.