Anabel Pantoja (38 años) está en boca de todos. Cuando pensábamos que la calma había llegado a la influencer tras el alta hospitalaria de su hija, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias publicaba que tanto ella como su novio, David Rodríguez, estaban siendo investigados por un presunto delito de maltrato infantil.
El revuelo entorno a esta situación tan delicada obligaba a Anabel a emitir un comunicado para aclarar los hechos. "Hemos vivido una situación muy desagradable (...) Entiendo que va a ser bastante complicado de entender, pero la única comprensión que entiendo es mi verdad y la tranquilidad que tengo es que Alma está en casa con sus padres, sana y feliz", manifestaba en un vídeo en el que la influencer se mostraba completamente abatida ante las "barbaridades" que se estaban diciendo sobre ella y su pareja. "Se nos está poniendo en el ojo de algo que no hemos hecho, pero no me preocupa porque tengo la cabeza en la salud de Alma y en que esto se resuelva para que esta pesadilla termine", concluía.
Desde entonces, Anabel y David se han refugiado en su casa de Arguineguín. Allí, acompañados de Merchi, madre de la influencer, disfrutan de la pequeña y aguardan la decisión de la justicia. Pero, ¿cómo está realmente Anabel Pantoja?
"Dentro de todo lo que está pasando, está tranquila", confesaba Isa Pantoja en 'Vamos a ver'. Sin embargo, las últimas horas habrían sido complicadas para la sobrina de Isabel Pantoja. Este sábado era el periodista Javi de Hoyos quien se ponía en contacto con Anabel y la influencer le transmitía que está "destrozada". Y es que arrastra una gran preocupación que tiene que ver con el bienestar de su hija en un futuro.
El colaborador ha transmitido de manera literal el mensaje que le ha enviado Anabel desde el plató de 'DCorazón': "Lo que me preocupa es que cuando pase el tiempo y se demuestre todo, ¿quién devuelve lo dicho? Los artículos no se van a borrar y los titulares tampoco. Estoy destrozada".
Aunque Anabel está completamente segura de que todo se solucionará cuanto antes, el daño que se les está haciendo ya no tiene remedio. La investigación continúa y tal y como transmitió el TSJ no se ha acordado "ninguna medida cautelar contra la pareja". Anabel y David continuan en casa disfrutando de su hija Alma. Ya lo adelantó Luis Pliego, director de Lecturas, en 'TardeAR': "El archivo de esta causa se va a producir después del fin de semana. Aquí no hay absolutamente nada".
Al escuchar a Javier de Hoyos, Anne Igartiburu reaccionaba posicionándose al lado de Anabel. "Es una situación delicadísima, pero esa niña va a saber todo lo que la quieren sus padres y todo lo que la han cuidado. Bastante bien lo han llevado para estar ahí por la salud de su hija", reconocía con empatía. Alba Carrillo secundaba las palabras de la presentadora y apuntaba: "Hay que dejar que actúe la justicia. Los padres han pasado mucho miedo por la vida y la salud de su hija. Tenemos que ser un poco empáticos".
Anabel Pantoja reaparece desde su casa en Arguineguín
Su casa de Arguineguín fue un sueño cumplido para Anabel Pantoja. Con ella, la influencer conseguía tener un refugio en el paraíso. Allí se ha refugiado desde que hace una semana la pequeña Alma recibiera el alta hospitalaria.
Poco a poco, Anabel va retomando su actividad en redes sociales. Durante estas semanas tan duras, sus dos millones de seguidores se han volcado con ella, un aluvión de mensajes de apoyo que le han dado fuerza para seguir adelante. Este viernes, 24 horas después de lanzar el comunicado, la influencer reaparecía desde su casa, concretamente de su dormitorio.
"Aquí arriba en nuestro espacio...", escribía junto a una imagen del techo en el que se veía reflejado un universo de luces. Con esta publicación, Anabel ha querido dejar claro que ambos intentan dar la espalda al escándalo para centrarse en lo verdaderamente importante: el bienestar de su hija. "Estamos muy bien", aclaraba para todos los que están preocupados por ellos.
Hace unos días, Anabel confesaba a sus seguidores que uno de los momentos más especiales del día era cuando llegaba la noche y tanto ella como David dormían a su bebé. Una rutina que han echado mucho de menos durante los 18 días de hospital y que ahora valoran más que nunca.