Desde que saltara a la luz el romance de Letizia Ortiz (50 años) con Felipe de Borbón (54 años), la familia de la periodista adoptó un segundo plano. A pesar del interés que siempre han levantado, Paloma Rocasolano, Jesús Ortiz (74 años) y Telma han conseguido seguir adelante con sus respectivas vidas con aparente normalidad al margen de la posición de Letizia.
En su último blog para Lecturas, Pilar Eyre ha hecho pública la gran injusticia que la reina Letizia ha tenido con su padre durante años y que se ha saltado con su madre Paloma Rocasolano.
Desde hace varios años, Paloma Rocasolano (70 años) mantiene una relación sentimental con Marcus Brandler, un atractivo nigeriano de origen inglés que fue muy bien recibido por la Reina y toda la familia. Como dos adolescentes, Paloma y Marcus daban rienda suelta a la pasión en plena calle, imágenes que publicó Lecturas en exclusiva. A finales de octubre, Paloma y su novio acudieron a los Premios Princesa de Asturias en forma de presentación oficial ante los medios, una situación que Eyre tacha de "injusta" teniendo en cuenta que el padre de Letizia estuvo "obligado durante muchos años a casi esconder a su mujer, Ana Togores".
Hay que recordar que Ana Togores, recién casada con Jesús Ortiz, fue una de las grandes ausentes a su boda con don Felipe en la Catedral de la Almudena de Madrid aquel lluvioso 22 de mayo de 2004. Mientras que unas informaciones aseguran que fue la propia Letizia quien le prohibió asistir, otros afirman que fue ella misma quien vio conveniente echarse a un lado. En cambio, sí ha estado en los bautizos y comuniones de Leonor y Sofía, y también acudió al Congreso el día de la proclamación de don Felipe como Rey de España. Eso sí, siempre en la sombra.
Mientras que Paloma Rocasolano sí ocupa su posición de 'reina madre' cada año en los Premios Princesa de Asturias, Jesús Ortiz intenta pasar desapercibido y sigue con su vida normal en Madrid ajeno a los focos. A excepción de la tradicional merienda en el día de Reyes, los encuentros con su hija y sus nietas son casi secreto de Estado.
Esta notable diferencia que ha creado entre sus progenitores nada tiene que ver con que la relación con su padre sea mala, todo lo contrario. Letizia está muy unida a su progenitor, y aunque no se ven tanto como les gustaría están en contacto a través del teléfono móvil. La Reina decidió seguir los pasos de su padre en el mundo de la comunicación, una pasión que les unirá para siempre.