La infanta Sofía (16 años) llegaba esta mañana a la presentación del estudio ‘Caminos que convergen: jóvenes y empresas’; con su habitual sonrisa y la determinación de no eclipsar a su hermana mayor. Todo lo que conlleva la entrega de los Premios Princesa de Girona es una de las grandes jornadas de trabajo de su hermana mayor, así que ha procurado estar un segundo plano. ¿Lo ha logrado? No, con su carisma, rara vez lo consigue.
Sofía, que está a punto de enfrentarse a uno de los momentos clave de su corta vida, al marcharse a estudiar al extranjero, ha llegado al acto luciendo un mini vestido cruzado, vaporoso, con manga corta y estampado veraniego. Un look perfecto para las altas temperaturas en Girona y para un encuentro informal de estas características. De nuevo, la joven se ha revelado como la más moderna de las dos hermanas con ese estilismo a la última de una de sus firmas favoritas, Polín et moi. Se trata del modelo Kalila y, actualmente, está rebajado a 41,97 euros.
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En los pies, como ya es habitual para las dos hermanas, sus cuñas de esparto. No fallan en ninguno de sus veranos, en una tradición 'fashionista' claramente heredada de su madre. Y es que Letizia fue la primera en introducirlas en su armario, y, desde entonces, se han convertido en un 'must' de sus looks cuando las temperaturas empiezan a subir. Mientras que Leonor se decantaba por la versión azul marino, Sofía tiraba de otro de los colores clásicos de esta clase de calzado, beige; un neutro perfecto que no restaba protagonismo a su original vestido ¡Todo un acierto!
Sofía, una vez más, ha vuelto a lucir su larguísima cabellera suelta. La hija menor de Felipe y Letizia lleva años escogiendo la melena en versión maxi, que, en esta ocasión, peina con raya en medio, acabado ultra liso y un recogido muy sutil.
Sofía, cuenta atrás para marcharse a Gales
A finales de agosto, Sofía marchará al Atlantic College a cursar los dos años de Bachillerato, tal y como hizo su hermana. Letizia y Felipe se preocupan por dar a ambas niñas la misma educación, así que cuando ha llegado el turno de la menor, esta ha sido matriculada en la misma institución. Leonor parece haber disfrutado de esta experiencia en el extranjero, donde ha compartido aulas e internado con adolescentes de diversas nacionalidades, culturas y estratos sociales; y que la han hecho crecer tanto en sus estudios como en sus vivencias personales. Ahora esperan que la pequeña obtenga esos mismos beneficios.